Sentencia del Tribunal Supremo de 11 de noviembre de 2025 (Dª. RAQUEL BLAZQUEZ MARTIN).
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PRIMERO.- Antecedentes del caso
1.- El 24 de enero de 2007 el matrimonio
formado por D.ª Gema y D. Adriano, junto con su hijo D. Alberto, suscribieron
con la entonces Caja de Ahorros de Vitoria y Álava (Caja Vital, hoy Kutxabank
S.A.) un préstamo hipotecario que quedó documentado en escritura pública
otorgada ante el notario don Juan Pablo Martínez de Aguirre Aldaz. Los dos
primeros actuaron como prestatarios hipotecantes y el Sr. Alberto en calidad de
prestatario no hipotecante.
2.- El capital del préstamo fue de 135.000 €,
a amortizar en 300 cuotas mensuales entre el 24 de febrero de 2007 y el 24 de
enero de 2032. El interés remuneratorio quedó establecido en las cláusulas
tercera y tercera bis de la escritura, que contemplaron dos periodos
diferentes: el primero, con una duración de un año contado desde el
otorgamiento de la escritura, y el segundo, que comprendería los 24 años
restantes.
El tipo de interés aplicable a estos dos
períodos era diferente. Durante el primer periodo regiría un tipo de interés
anual (TIN) del 5,250%, calculado según la fórmula descrita en la cláusula
3.a). En la cláusula 4-bis.b) se ofrecía la información sobre el tipo de
interés de este primer periodo en términos TAE («según establece la Circular
8/1990, de 7 de septiembre, del Banco de
España, BOE 20-9-90», dice literalmente la
escritura), que se fijó en el 5,454%, y se explicó que se había tomado en
consideración a estos efectos la comisión de apertura del 0,75% establecida en
la cláusula quinta, no así los honorarios, aranceles y gastos del préstamo.
Para el segundo periodo de vida del préstamo
el tipo de interés quedó definido en estos términos, que se reproducen
literalmente respetando el énfasis original de la escritura:
«3-bis.1- Para cada uno de los periodos semestrales
siguientes, el tipo de interésserá el resultante de adicional (sic) el
MARGEN al tipo medio de los préstamos hipotecarios a más de tres
años, para la adquisición de vivienda libre, concedidos porel conjunto de las
entidades de crédito .
»MARGEN, es el porcentaje de añadir al
tipo IRPH del total de entidades determinado de acuerdo con el apartado
anterior. El MARGEN será de +0,600 PUNTOS PORCENTUALES.
»A todos los efectos, el tipo de interés de
referencia podrá acreditarse mediante cualquier medio admitido en derecho.
»3-bis.2-a. El tipo que servirá para este
cálculo se define en la circular 5/94 delBanco de España de 22-7-94 que se
publica en el BOE de 3-8-94, tomándose comoreferencia el publicado el mes
anterior a aquel en que deba efectuarse la revisión .
»3-bis.2-cInterés sustitutivo. El tipo de
interés sustitutivo entrará en vigor cuando por cualquier razón dejará de
publicarse el citado tipo de referencia, y se tomará como tal, a sus mismos
efectos el tipo medio de los préstamos hipotecarios a más de tres
años,para adquisición de vivienda libre, concedidos por las caja [sic] de
ahorros, definido por la Circular 5/94 del Banco de España de 22-7-94 que
se publica en el BOE del 3-894, más un margen de +0,600 .
»Se conviene que siempre que fuese necesario
aplicar el tipo de interés sustituto, el periodo de interés será de tres meses
de duración. En todo caso dos días antes del vencimiento trimestral en el que
se hubiera aplicado el tipo de interés sustitutivo, se reiniciara el proceso
para la determinación del tipo de interés normal. El tipo de interés
sustitutivo podrá aplicarse un número indefinido de periodos.
»3-bis.3- Debido a que los tipos de
interés variable que se toman como referencia se publican en el B.O.E., ello se
considera un medio suficiente para que pueda ser conocido en cada momento no
solo por la parte prestataria sino también por cualquier tercer interesado. »La
parte deudora, asimismo, podrá tomar conocimiento y obtener la información
pertinente del tipo de interés en cualquiera de las oficinas de la Caja de
Ahorros de Vitoria y Álava, que en adelante denominaremos Caja, mediante
manifestación a la misma, o a persona por ella autorizada, y entrega, si así lo
solicitara, de nota escrita y sellada comprensiva de aquella información,
pudiendo la Caja exigir la firma del duplicado. Todo ello sin perjuicio de que
la Caja, fuera del marco obligacional de este contrato, remita, por correo
ordinario, la citada información a la parte deudora, directamente a su
domicilio, cumpliendo de esta forma lo que es uso del tráfico y práctica
habitual informativa de la propia Caja.
»Las partes aceptan de forma expresa el
sistema de comunicación establecido, conviniendo que, en su conjunto, satisface
plenamente el legítimo derecho de acceso de la parte deudora al conocimiento
del tipo de interés de referencia, asumiendo, a todos los efectos, sus
consecuencias, especialmente en orden a la aplicabilidad de las variaciones
correspondiente a los tipos de interés».
3.- Como garantía del cumplimiento de las
obligaciones de los prestatarios se constituyó una hipoteca sobre la vivienda
sita en la DIRECCION000 (luego DIRECCION001, que estaba acogida a los
beneficios de protección oficial según los expedientes administrativos
identificados en la escritura. La vivienda contaba, como cargas previas, con
una hipoteca a favor del Instituto Nacional de la Vivienda, según escritura de
20 de agosto de 1980, y con otras tres hipotecas a favor de la Caja de Ahorros
de Vitoria y Álava formalizadas en escrituras públicas de 16 de septiembre de
1998, 9 de octubre de 2001 y de 5 de noviembre de 2003. Solo respecto de esta
última se indicó en la escritura el plazo de amortización del préstamo
garantizado, que era de 240 meses a contar desde el 5 de noviembre de 2003, por
lo que su vencimiento natural se produciría en octubre de 2023.
4.- El prestatario D. Adriano falleció en
2016. Su esposa Dª.
Gema es su única heredera.
5.- El 1 de noviembre de 2016 Gema
dirigió a Kutxabank una reclamación extrajudicial firmada por la abogada que le
asiste en este procedimiento en la que manifestaba que el préstamo litigioso
estaba referenciado al índice IRPH-Entidades y que no había recibido
información adecuada para conocer las consecuencias económicas de lo que
firmaba, ya que en todo momento pensaba que era un préstamo referenciado al
Euríbor.
La reclamación fue desestimada por
comunicación del 14 de noviembre siguiente, en la que la entidad explicó que
durante la negociación previa al préstamo el personal de la oficina había
informado adecuadamente de las condiciones de la operación y del tipo de
interés, al ser este un extremo de determinante importancia, que fue conocido y
aceptado libremente por los prestatarios. Kutxabank añadió que la escritura
pública había estado a disposición de los mismos antes de la firma y que había
sido leída por el notario con carácter previo a su suscripción.
6.- La demandante y su esposo habían
obtenido otros tres préstamos hipotecarios de la misma entidad en las fechas
que ya se han indicado en la reseña de las cargas de la vivienda hipotecada. El
de 16 de septiembre de 1998 estaba referenciado a Mibor, con un diferencial de
1 punto porcentual, y los de 18 de julio de 2001 y 5 de noviembre de 2003 a
Euríbor, con diferenciales respetivos del 1,25% y del 1,50%. Respecto del
préstamo hipotecario concedido por el Instituto Nacional de la Vivienda no
existe ninguna Información diferente de la que consta en la escritura, por lo
que se desconoce cuál fue el tipo de interés remuneratorio acordado.
En un documento interno de la entidad fechado
nueve días antes de la firma de la escritura, el 15 de enero de 2007 (documento
1 de la contestación), se evaluaron las circunstancias y la solvencia de los
prestatarios, haciendo constar que habían solicitado financiación por valor de
35.000 € para la compra de una furgoneta y de un nicho familiar y para cancelar
una deuda de 6.000 €. La propuesta de la entidad fue refinanciar los préstamos
que mantenían con ella (un préstamo personal de 6.600 y un préstamo hipotecario
de 85.000 €, sin perjuicio de las otras cargas que soportaba la vivienda
hipotecada) en un único préstamo hipotecario a 25 años, con lo que los
prestatarios cancelarían esos dos préstamos y obtendrían la nueva financiación
que necesitaban con una cuota de 810 € mensuales (15 € más de lo que venían
abonando por las financiaciones anteriores), lo que suponía una ratio del
endeudamiento del 37%. Se informó también favorablemente la suficiencia de la
garantía, pues la vivienda había sido tasada en 191.000 € y el préstamo
hipotecario comprometía el 71% de dicha valoración.
7.- La entidad bancaria redactó también
una oferta vinculante, que dice haber entregado a D. Adriano, si bien en el
documento aportado documento 6 de la contestación- no consta la firma del
destinatario. La Audiencia ha considerado acreditado que esta oferta vinculante
fue remitida a la notaría junto con la minuta de la operación, pero no que
fuera entregada directamente a los prestatarios.
Esa oferta vinculante data del 19 de enero de
2007. En ella se indican el tipo TIN y TAE del primer periodo, la cuota
resultante (808,98 €), la comisión de apertura del 0,75% y el índice que
regiría el tramo de tipo variable, que se definió como «IRPH total entidades
(TAE)» más un diferencial del 0,6%.
8.- El 16 de diciembre de 2016 D.ª Gema
presentó la demanda que ha dado lugar a este procedimiento, en la que alegaba,
en síntesis, que no había sido informada de que se iba a utilizar como tipo de
referencia el IRPH-Entidades como tipo principal y el IRPH-Cajas como
sustitutivo, que desconocía como se calculaba este índice y que había sido
impuesto por la entidad en su propio beneficio, al tratarse de un valor mucho
más elevado que el Euríbor. Añadió que el IRPH era un índice oscuro en su
elaboración y falto de todo control sobre la veracidad de los datos que
transmiten las entidades de crédito al Banco de España y, por tanto, fácilmente
manipulable. La consecuencia de todo ello era, a su juicio, la falta de
transparencia de la cláusula que establece el interés remuneratorio del
préstamo, fundamento éste sobre el que se construyó el suplico transcrito
en los antecedentes de hecho de esta resolución.
9.- La sentencia de primera instancia
estimó íntegramente la demanda y declaró la nulidad, por falta de
transparencia, del punto 1 de la cláusula tercera bis del préstamo hipotecario,
manteniendo la vigencia del resto del contrato, y condenó a la entidad
demandada a la devolución de las cantidades cobradas en concepto de interés
remuneratorio calculado sobre la base del IRPHEntidades durante la vigencia del
contrato.
El Juzgado consideró que la cláusula en
cuestión no superaba el control de transparencia por la ausencia de oferta
vinculante u otro documento con indicación resaltada del índice de referencia,
la ausencia de explicación personalizada al cliente sobre el sistema de
fijación del índice IRPH y sobre su incidencia en el interés remuneratorio,
teniendo en cuenta su comportamiento previo o histórico, y la ausencia de
comparativa con otros índices que pudieran haberse aplicado. En la
fundamentación jurídica declaró que tampoco procedía la aplicación del índice
sustitutivo IRPH-Cajas ni la del diferencial, por lo que, aunque esta decisión
no se trasladó al fallo, el préstamo quedó sin interés.
10.- La Audiencia Provincial desestimó el
recurso de Kutxabank y confirmó la sentencia del Juzgado, aunque sus
razonamientos no fueron exactamente coincidentes. La Audiencia validó que la
cláusula no superaba el control de transparencia porque no constaba que se
hubiera facilitado a la demandante información suficiente sobre cómo se
determinaba el tipo de referencia, su evolución y las diferencias con otros
índices. Tuvo en cuenta como hecho significativo que el descenso del Euríbor no
había sido seguido en igual forma por el IRPH, y también que «no hubo oferta
vinculante, solo minuta remitida por la entidad» (entendemos que a la notaría).
Concluyó que la falta de transparencia apreciada era suficiente para declarar
directamente la abusividad de la cláusula, al causar un desequilibrio
importante en perjuicio de la demandante, y no abordó la cuestión del índice
sustitutivo o del tipo de interés aplicable, por lo que de hecho ratificó la
consecuencia de dejar el préstamo sin interés.
11.- Kutxabank ha interpuesto recurso de
casación contra la sentencia de la Audiencia Provincial basado en los tres
motivos transcritos en los antecedentes de hecho de esta resolución.
SEGUNDO.- Primer motivo del recurso.
La cláusula que contiene el IRPH es una condición general de la contratación.
Desestimación
Planteamiento. El primer motivo del recurso se basa en la infracción del art. 1
de la Ley 7/1998, de 13 de abril, de condiciones generales de la contratación
(LCGC), en la que habría incurrido la sentencia recurrida al calificar como
condición general de la contratación el propio tipo de interés remuneratorio
pactado entre las partes, esto es, el precio del contrato en sí mismo, que fue
negociado y que por tanto no reúne los requisitos del art. 1 LCGC.
Decisión del Tribunal. Este motivo del recurso será desestimado porque existe una doctrina
reiterada de esta sala sobre el carácter de condición general de una cláusula
que recae sobre el objeto principal del contrato y, en particular, de una
cláusula que define el interés remuneratorio en un contrato de préstamo.
Las sentencias 122/2022, de 15 de febrero, y 596/2020, de 12 de noviembre
(esta última del pleno de la sala), precisamente en relación con las cláusulas
que definen el tipo de interés de los préstamos hipotecarios referenciados al
índice IRPH, han explicado las razones por las que es posible que una cláusula
que afecta al objeto principal del contrato se configure como una condición
general de la contratación. En palabras de la sentencia 122/2022, de 15 de
febrero:
«3.- Para que se cumpla el requisito de la
generalidad de las condiciones generales de la contratación, las cláusulas
deben estar incorporadas a una pluralidad de contratos o estar destinadas a tal
fin, ya que se trata de modelos de declaraciones negociales que tienen por
finalidad disciplinar uniformemente los contratos que van a celebrarse por el
empresario o profesional.
»4.- En cuanto al requisito de la ausencia de
negociación individual, como también hemos afirmado en múltiples sentencias
(649/2017, de 29 de noviembre; 489/2018, de 13 de septiembre; o 422/2019,
de 16 de julio), no puede equipararse la negociación individual con la
posibilidad real de escoger entre una pluralidad de ofertas de contrato
sometidas todas ellas a condiciones generales de contratación, aunque varias de
ellas procedan del mismo empresario. Tampoco equivale a negociación individual
la posibilidad, cuando menos teórica, de escoger entre diferentes ofertas de
distintos empresarios. Esta doctrina es aplicable también a los supuestos en
que el cliente bancario no tenga la cualidad de consumidor.
»5.- Siendo notorio que la contratación
bancaria se desarrolla con carácter general mediante el uso de condiciones
generales, el carácter negociado de este tipo de cláusulas es un hecho
excepcional que requiere de prueba. La Audiencia Provincial ha declarado que no
hay prueba de que tal negociación hubiera tenido lugar».
En el mismo sentido, la sentencia del pleno
596/2020, de 12 de noviembre, con cita de la sentencia, también del pleno,
669/2017, de 14 de diciembre, resume así la doctrina pertinente:
«(i) La cláusula del contrato de préstamo
hipotecario en la que se establece el IRPH como índice de referencia del
interés remuneratorio es una condición general de la contratación si no se ha
negociado individualmente.
»(ii) No hay inconveniente en que un índice de
referencia legal (aprobado por la autoridad bancaria) se incorpore al contrato
como tal condición general de la contratación.
»(iii) En cuanto que condición general de la
contratación predispuesta y utilizada en un contrato celebrado con
consumidores, puede ser objeto de control de transparencia».
En el caso que enjuiciamos no existe ninguna
prueba de la existencia real de una negociación propiamente individual sobre la
redacción de la cláusula cuestionada, por lo que este primer motivo del recurso
debe ser desestimado.
TERCERO.- Segundo y tercer motivo del
recurso. El alcance del control de transparencia de las cláusulas que contienen
el IRPH como índice de referencia de los préstamos hipotecarios. Planteamiento
1.- El segundo motivo de casación alega
la vulneración de los artículos 80.1 y 82 del Texto Refundido de
la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios (en
adelante, TRLDCU) y del artículo 4.2 de la Directiva 93/13/CEE del
Consejo, de 5 de abril de 1993, sobre las cláusulas abusivas en los contratos
celebrados con consumidores (en lo sucesivo,
Directiva 93/13), así como de la
jurisprudencia creada en interpretación de los mismos acerca del contenido y
del alcance del control de transparencia aplicable a las condiciones generales
que definen el objeto principal del contrato. Aclaramos que, por la fecha de
celebración del préstamo, las normas citadas como infringidas serían las
equivalentes de la Ley 26/1984, de 19 de julio, General para la Defensa de los
Consumidores y Usuarios, vigente en ese momento, si bien la cuestión no es
relevante para la resolución del recurso.
2.- En el desarrollo del motivo la recurrente
argumenta que los parámetros que emplea la Audiencia para concluir que la
cláusula cuestionada no supera el control de transparencia (no haber explicado
a los prestatarios la forma de determinar el índice, no haber sido explicado la
evolución del IRPH en los últimos años en comparación con el de otros índices
oficiales y -como principal reproche- la desigual evolución posterior del IRPH
con respecto al Euríbor) no son los correctos, ya que los términos de la cláusula
son los de la oferta vinculante, y su redacción, clara y precisa, incorpora la
definición del índice oficial de referencia que, por lo demás, al ser el tipo
medio de los préstamos para adquisición de vivienda libre de duración superior
a tres años, resulta más sencillo de entender para un consumidor medio que el
Euríbor.
Respecto de la evolución posterior de uno y
otro índice, la recurrente argumenta que hasta 2011 la trayectoria fue similar,
con una diferencia en torno al 1%, y que fue a partir de ese año cuando el
Euríbor, directamente influido por los tipos de intervención del Banco Central
Europeo, experimentó un descenso hasta niveles nunca conocidos. Así, la
exposición del comportamiento de ambos índices en los años anteriores a la
formalización del préstamo no hubiera permitido a la demandante prever su
evolución futura. En todo caso, añade, el control de transparencia no obliga a
las entidades bancarias a ofertar a cada cliente distintos índices de
referencia, y lo relevante a estos efectos es la explicación de la TAE, sin que
en ningún caso la eventual falta de transparencia equivalga directamente a la
abusividad de la cláusula. Abusividad que es negada en la última parte del
desarrollo de este segundo motivo sobre la base del mantenimiento del IRPH
Entidades en la Orden EHA 2899/2011 y de los valores vigentes en los meses
previos a la presentación del recurso (1,953% en agosto de 2017).
3.- El tercer motivo del recurso plantea la
infracción de las mismas normas ya citadas en el motivo anterior en cuanto al
modo en que la sentencia recurrida realiza el control de transparencia y el
juicio de abusividad, que está en contradicción con lo resuelto por otras
Audiencias Provinciales.
4.- La oposición al recurso se limita a
transcribir el contenido del voto particular formulado a la sentencia del Pleno
595/2020, de 12 de noviembre.
5.- Las partes han hecho alegaciones tras
las SSTJUE de 13 de julio de 2023 (C-265/22) y 12 de diciembre de
2024 (C-300/23), que se examinarán al hilo del análisis de ambas sentencias.
6.- Los motivos segundo y tercero serán
resueltos conjuntamente a la vista de su evidente conexión.
CUARTO.- Segundo y tercer motivo del
recurso. El alcance del control de transparencia de las cláusulas que contienen
el IRPH como índice de referencia de los préstamos hipotecarios. Decisión de la
Sala (I). La regulación de los índices de referencia oficiales de los préstamos
hipotecarios
1.- Para contextualizar los parámetros
que debe cumplir el control de transparencia de las cláusulas de préstamos
hipotecarios que contienen como índice de referencia el IRPH es preciso
remontarse a la disposición adicional 2ª de la Orden de 5 de mayo de 1994,
sobre transparencia de las condiciones financieras de los préstamos
hipotecarios (en adelante, Orden de 5 de mayo de 1994 u Orden de 1994). Es
necesario precisar que inicialmente la Orden solo se aplicaba a los préstamos
garantizados con hipoteca sobre vivienda contratados por personas físicas y
cuyo importe fuera igual o inferior a 25 millones de pesetas (150.253,03 €).
Solo a partir del 9 de diciembre de 2007, fecha de entrada en vigor de la
modificación del art. 48 de la Ley 26/1988, de 29 de julio, sobre
Disciplina e Intervención de las Entidades de Crédito, según la reforma
introducida por la Ley 41/2007, de 7 de diciembre, la información relativa a la
transparencia de los créditos o préstamos hipotecarios debía suministrarse con
independencia de la cuantía de los mismos siempre que la hipoteca recayera sobre
una vivienda.
Pues bien, la disposición adicional 2ª de la
Orden de 1994 estableció la siguiente previsión:
«El Banco de España, previo informe de la
Dirección General del Tesoro y Política
Financiera, definirá mediante Circular un
conjunto de índices o tipos de interés de referencia oficiales, susceptibles de
ser aplicados por las entidades de crédito a los préstamos hipotecarios a
interés variable, y hará públicos sus valores regularmente».
El art. 6 de la Orden de 5 de mayo de 1994
establecía además lo siguiente respecto de los tipos de interés variable:
«2. En el caso de préstamos a tipo de interés
variable sujetos a la presente Orden, las entidades de crédito únicamente
podrán utilizar como índices o tipos de referencia aquellos que cumplan las
siguientes condiciones:
»a) Que no dependan exclusivamente de la
propia entidad de crédito, ni sean susceptibles de influencia por ella en
virtud de acuerdos o prácticas conscientemente paralelas con otras entidades.
»b) Que los datos que sirvan de base al índice
sean agregados de acuerdo con un procedimiento matemático objetivo.
»3. En el caso de préstamos a tipo de interés
variable sujetos a la presente Orden, no será precisa la notificación
individualizada al prestatario de las variaciones experimentadas en el tipo de
interés aplicable cuando se den simultáneamente las siguientes circunstancias:
»1. Que se haya pactado la utilización de un
índice o tipo de referencia oficial de los previstos en la disposición
adicional segunda de esta Orden.
»2. Que el tipo de interés aplicable al
préstamo esté definido en la forma prevista en las letras a) o b) del número 1
de la cláusula 3. bis del anexo II de esta Orden».
2.- Antes de la Orden de 5 de mayo de
1994 el Banco de España (BdeE) había dictado la Circular 8/1990, de 7 de
septiembre, sobre transparencia de las operaciones y protección de la
clientela, que versaba sobre otras cuestiones diferentes. Pues bien, para dar
cumplimiento a la citada disposición adicional
2ª de la Orden de 1994 el BdE no dictó una
circular autónoma y ex novo, sino que aprovechó una reforma de la
Circular 8/1990 para introducir los índices de referencia oficiales de los
préstamos hipotecarios.
3.- Se aprobó así la «Circular 5/1994, de
22 de julio, a entidades de crédito, sobre modificación de la circular 8/1990,
sobre transparencia de las operaciones y protección de la clientela» (en
adelante, Circular 5/1994) que fue publicada en el BOE de 3 de agosto de 1994 y
que introdujo en la Circular 8/1990 la norma Sexta bis, apartado 3, que
contenía los índices de referencia que se enunciaban en ese precepto y se
desarrollaban en el anexo VIII.
El contenido más relevante de la nueva
regulación, a los efectos que aquí interesan, es, por tanto, el del anexo VIII,
que contiene el desarrollo de los índices oficiales de referencia aplicables a
los préstamos hipotecarios concertados a tipo variable. Se trataba con esta
circular, se dice en su preámbulo, de «lograr que la objetividad del cálculo de
los índices y su difusión hicieran innecesaria la comunicación individual al
prestatario de las variaciones de tipos de interés que, en otro caso, resultaría
obligatoria».
Sobre los concretos índices de referencia
creados, el BdE explicó que había optado «por una oferta limitada de
referencias, tratando de combinar la conveniencia de homogeneizar el mercado,
para mayor claridad de la clientela, con la de atender las diferentes
necesidades de los operadores, y la de suministrar tipos alternativos (que los
contratos siempre deberían prever) para el caso de que, en el futuro, se
interrumpa por cualquier circunstancia la publicación de algún tipo oficial».
Los índices de referencia definidos entonces
fueron seis: el tipo medio de los préstamos hipotecarios a más de tres años de
bancos -IRPH Bancos-; el tipo medio de los préstamos hipotecarios a más de tres
años de cajas de ahorro -IRPH Cajas-; el tipo medio de los préstamos
hipotecarios a más de tres años del conjunto de entidades -IRPH Entidades-; el
tipo activo de referencia de las cajas de ahorro -CECA-; el tipo de rendimiento
interno en el mercado secundario de la deuda pública de plazo entre 2 y 6 años;
y el tipo interbancario a 1 año -Mibor-. Estos tipos de referencia fueron luego
evolucionando. Así, el Mibor fue progresivamente sustituido por el Euríbor. El
RD 692/1996, de 26 de abril, sobre el régimen jurídico de los establecimientos
financieros de crédito, obligó a las sociedades de crédito hipotecario
autorizadas a la entrada en vigor de esa norma a transformarse en
establecimientos financieros de crédito antes del 1 de enero de 1997. Como
consecuencia de dicha transformación, el IRPH-Entidades se calculó, desde el 1
de enero de 2007, únicamente a partir de los datos declarados por los bancos y
las cajas de ahorros.
Por otro lado, la disposición adicional
15ª de la Ley 14/2013, de 27 de septiembre, de apoyo a los emprendedores y su
internacionalización, suprimió el IRPH Bancos, el IRPH Cajas y el CECA, tal y
como ya había previsto la Disposición Transitoria de la Orden EHA
2899/2011, de 28 de octubre, de transparencia y protección del cliente de
servicios bancarios. Según la citada disposición adicional 15ª:
«1. Con efectos desde el 1 de noviembre de
2013 el Banco de España dejará de publicar en su sede electrónica y se
producirá la desaparición completa de los siguientes índices oficiales
aplicables a los préstamos o créditos hipotecarios de conformidad con la
legislación vigente:
»a) Tipo medio de los préstamos hipotecarios a
más de tres años, para adquisición de vivienda libre, concedidos por los
bancos.
»b) Tipo medio de los préstamos hipotecarios a
más de tres años, para adquisición de vivienda libre, concedidos por las cajas
de ahorros. »c) Tipo activo de referencia de las cajas de ahorros.
»2. Las referencias a los tipos previstos en
el apartado anterior serán sustituidas, con efectos desde la siguiente revisión
de los tipos aplicables, por el tipo o índice de referencia sustitutivo
previsto en el contrato.
»3. En defecto del tipo o índice de referencia
previsto en el contrato o en caso de que este fuera alguno de los índices o
tipos que desaparecen, la sustitución se realizará por el tipo de interés
oficial denominado «tipo medio de los préstamos hipotecarios a más de tres
años, para adquisición de vivienda libre, concedidos por las entidades de
crédito en España», aplicándole un diferencial equivalente a la media
aritmética de las diferencias entre el tipo que desaparece y el citado
anteriormente, calculadas con los datos disponibles entre la fecha de
otorgamiento del contrato y la fecha en la que efectivamente se produce la
sustitución del tipo.
»La sustitución de los tipos de conformidad
con lo previsto en este apartado implicará la novación automática del contrato
sin suponer una alteración o pérdida del rango de la hipoteca inscrita.
»4. Las partes carecerán de acción para
reclamar la modificación, alteración unilateral o extinción del préstamo o
crédito como contrapartida de la aplicación de lo dispuesto en esta
Disposición».
A partir de la Orden EHA/2899/2011, el único
índice IRPH subsistente es el que se define en el art. 27.1.a) de dicha
norma («[t]ipo medio de los préstamos hipotecarios a más de tres años,
para adquisición de vivienda libre, concedidos por las entidades de crédito en
España») y en el Anejo 8 de la Circular 5/2012, de 27 de junio, del Banco de
España, a entidades de crédito y proveedores de servicios de pago, sobre
transparencia de los servicios bancarios y responsabilidad en la concesión de
préstamos (en adelante, Circular 5/2012), que tiene este contenido:
«1. Tipo medio de los préstamos hipotecarios a
más de tres años, para adquisición de vivienda libre, concedidos por las
entidades de crédito en España.
»Se define como la media simple de los tipos
de interés medios ponderados por los principales de las operaciones de préstamo
con garantía hipotecaria de plazo igual o superior a tres años, para
adquisición de vivienda libre, que hayan sido iniciadas o renovadas por los
bancos y las cajas de ahorros en el mes a que se refiere el índice.
»Dichos tipos de interés medios ponderados
serán los tipos anuales equivalentes declarados al Banco de España para esos
plazos por el colectivo de bancos y cajas de ahorros, de acuerdo con el
apartado 4 de la norma decimosexta» [sigue al Anejo con la exposición de la
fórmula matemática de cálculo]».
4.- Según la Circular 5/1994 todos los
tipos oficiales debían tratarse, a efectos de homogeneizar la información
pública que ofrece el Banco de España, como tasas anuales equivalentes. Dos de
ellos -el IRPH Bancos y Entidades- lo eran por definición, porque los tipos
medios que se utilizan en la fórmula de cálculo incorporan ya el efecto de las
comisiones.
Es en este contexto en el que el preámbulo de
la Circular 5/1994 apunta que, siendo así «su simple utilización directa como
tipos contractuales implicaría situar la tasa anual equivalente de la operación
hipotecaria por encima del tipo practicado por el mercado. Para igualar la TAE
de esta última con la del mercado sería necesario aplicar un diferencial
negativo, cuyo valor variaría según las comisiones de la operación y la
frecuencia de las cuotas». Para ello se ofrecía, a título orientativo en el
Anexo IX «una tabla de diferenciales para los tipos, comisiones y frecuencia de
las cuotas, más usuales en la actualidad» que, no obstante, no servía para
decodificar el tipo activo de las cajas de ahorros (CECA), por las
peculiaridades de su confección.
En el Anexo IX se ofrecía, en definitiva, la
fórmula de ese diferencial negativo, de la que se decía que suponía «una
simplificación respecto a la fórmula financiera básica del cálculo de la TAE».
La fórmula en cuestión era D=TAE-k.ik), de la que se ofrecía esta explicación:
«Siendo:
ik = (((TAE - Comisiones/n)/100 + 1) elevado a
1/k) -1)100 n = número de años del contrato.
k = número de períodos en que se divide el
año».
La mención al diferencial negativo desapareció
en las normas posteriores. Ni la Orden EHA/2899/2011, ni la Circular BdeE
5/2012, ni la disposición adicional 15ª de la Ley 14/2013, de 27 de
septiembre contienen referencia alguna al respecto. Tampoco hay constancia
de que el Banco de España controlara ese diferencial negativo en su labor de
supervisión de los tipos efectivos de interés de los préstamos hipotecarios, en
el sentido de exigir a las entidades bancarias que los préstamos referenciados
al IRPH fueran acompañados de un diferencial negativo y no positivo, como se
hacía en la práctica, sin perjuicio de la ponderación que realizara del Anexo
IX en las indicaciones de los datos estadísticos que debían facilitar las
entidades bancarias, así como en el tratamiento, en la elaboración y en la
publicación de los mismos.
Sí es un hecho notorio que, como regla
general, a igualdad de condiciones de capital prestado, duración y condiciones
de vinculación, a los préstamos referenciados a IRPH se les aplicaba un
diferencial inferior al de otros índices como el Euríbor. En este concreto
caso, el diferencial del 0,60% estaba muy por debajo de los diferenciales
aplicados a los préstamos previos concedidos a la demandante referenciados al
Mibor (+1) y al Euríbor (+1,25% y +1,50%).
QUINTO.- Segundo y tercer motivo del
recurso. El alcance del control de transparencia de las cláusulas que contienen
el IRPH como índice de referencia de los préstamos hipotecarios. Decisión de la
sala (II). Doctrina jurisprudencial de la Sala Primera hasta el año 2022 y
necesidad de incorporar los pronunciamientos del TJUE en sus
sentencias de 13 de julio de 2023 (C-
265/22) y 12 de diciembre de 2024 (C-300/23)
1.- Esta sala fue definiendo los
parámetros del control de transparencia de las cláusulas que utilizan el IRPH
como índice de referencia del interés remuneratorio del préstamo en una serie
de sentencias dictadas entre los años 2017 y 2022.
2.- Inicialmente, la sentencia del
pleno 669/2017, de 14 de diciembre, primera dictada por la sala en la
materia, declaró que este tipo de cláusulas que, como condiciones generales de
la contratación que son, deben ser objeto de control de transparencia,
superaban tal control, en síntesis, porque incluían como referencia del interés
remuneratorio un índice oficial, publicado y accesible respecto del que los
tribunales civiles no podían controlar el procedimiento bancario-
administrativo de conformación del mismo, y porque las entidades bancarias no
estaban obligadas a suministrar al consumidor información relativa a la
evolución futura ni pasada del mismo ni a ofrecerle comparativas con otros
índices oficiales como el Euríbor.
3.- Esta doctrina inicial fue modulada
tras la STJUE de 3 de marzo de 2020 (C-125/18), que, en respuesta a una
cuestión prejudicial planteada por el Juzgado de Primera Instancia 38 de
Barcelona, declaró entre otros extremos que las entidades bancarias no estaban
obligadas a informar sobre la definición completa del índice ni sobre la
fórmula de cálculo («los elementos principales relativos al cálculo del IRPH
[...] resultaban fácilmente asequibles a cualquier persona que tuviera
intención de contratar un préstamo hipotecario, puesto que figuraban en la
Circular 8/1990, publicada a su vez en el Boletín Oficial del Estado. Esta
circunstancia permitía a un consumidor razonablemente atento y perspicaz
comprender que el referido índice se calculaba según el tipo medio de los
préstamos hipotecarios a más de tres años para adquisición de vivienda,
incluyendo así los diferenciales y gastos aplicados por tales entidades»,
apartado 53). Pero añadió a continuación que, según la normativa nacional, en
referencia a la Orden de 1994, las entidades de crédito estaban obligadas a
informar a los consumidores de cuál había sido la evolución del IRPH de las
cajas de ahorros durante los dos años naturales anteriores a la celebración de
los contratos de préstamo y del último valor disponible.
Esa referencia al derecho nacional era
esencialmente el art. 3.1 de la Orden de 5 de mayo de 1994 que, puesto en
relación con el Anexo I.3, imponía a las entidades la obligación de informar al
cliente a través de un folleto en el que debía constar la identificación del
índice o tipo y la indicación de su evolución durante los dos años anteriores y
el último valor disponible. Esta mención desapareció como tal de la Orden
EHA/2899/2011, que entró en vigor el 29 de abril de 2012.
Al asumir la doctrina del TJUE, esta sala, en
sentencia de pleno 595/2020, de 12 de noviembre (seguida de las 596, 597 y
598/2020, todas de la misma fecha), matizó su jurisprudencia en el sentido de
que la superación del control de transparencia requería que la entidad hubiera
identificado el índice e informado sobre su evolución durante los dos años
anteriores a la suscripción del contrato y el último valor disponible. No se
entendió necesario, por lo demás, que se ofreciera al consumidor una comparativa
entre el IRPH y otros índices oficiales. En los casos que resolvieron estas
sentencias se entendió que las cláusulas enjuiciadas no superaban el control de
transparencia porque faltaba la información al consumidor sobre la evolución
pasada del índice y su último valor disponible. Pero se consideró que, en todo
caso, tales cláusulas no podían considerarse abusivas, ya que no concurría
ninguno de los dos requisitos que exige dicha calificación, según la doctrina
del TJUE: ni el desequilibrio importante para el consumidor, que debía
valorarse al tiempo de la celebración del contrato, y no por la evolución
posterior de los diferentes índices de referencia, ni la vulneración de la
buena fe contractual, pues ofrecer un índice oficial, aprobado por la autoridad
bancaria y que era además utilizado por la administración pública en sus
campañas de financiación de vivienda protegida no parecía contrario a las
reglas de la buena fe.
4.- Posteriormente el TJUE dictó dos
autos de la misma fecha, 17 de noviembre de 2021 (asuntos C-655/20 y C-79/21),
que resolvieron otras dos cuestiones prejudiciales sobre aspectos similares. La
primera había sido formulada de nuevo por el Juzgado de Primera Instancia 38 de
Barcelona, en el mismo asunto al que se refería la STJUE de 3 de marzo de
2020 (C-125/18), y la segunda por el Juzgado de Primera Instancia número 2 de
Ibiza. En estos dos autos, el TJUE matizó su doctrina y parecía prescindir,
como elemento del juicio de transparencia, de la obligación por parte de la
entidad prestamista de suministrar información al consumidor sobre la evolución
pasada del IRPH y el último valor disponible, ya que se trataba de datos
publicados en el BOE, y ello garantizaba la accesibilidad para un consumidor
medio, atento y perspicaz. Según el párrafo 34 del primero de los autos
citados, que se reitera en el apartado primero de su parte dispositiva:
«De lo anterior se deduce que procede
responder a las cuestiones prejudiciales primera y segunda que el artículo
5 de la Directiva 93/13 y la exigencia de transparencia de las cláusulas
contractuales, en el marco de un contrato de préstamo hipotecario, deben
interpretarse en el sentido de que permiten al profesional no incluir en tal
contrato la definición completa del índice de referencia que sirve para
calcular un tipo de interés variable o no entregar al consumidor, antes de la
celebración de ese contrato, un folleto informativo que recoja la evolución
anterior de ese índice, por la razón de que la información relativa al mencionado
índice es objeto de publicación oficial, siempre que, habida cuenta de los
datos públicamente disponibles y accesibles y de la información facilitada, en
su caso, por el profesional, un consumidor medio, normalmente informado y
razonablemente atento y perspicaz, estuviera en condiciones de comprender el
funcionamiento concreto del modo de cálculo del índice de referencia y de
valorar así, basándose en criterios precisos y
comprensibles, las consecuencias económicas,
potencialmente significativas, de dicha cláusula sobre sus obligaciones
financieras».
A la misma conclusión llegó el segundo auto
de 17 de noviembre de 2021, dictado en el asunto C-79/21, cuando se le preguntó
si la superación del control de transparencia exigía a las entidades bancarias
facilitar información sobre la evolución pasada del IRPH, en este caso en
comparación con otros índices oficiales. Según el párrafo 30, que se reproduce
en esencia en el primer apartado de la parte dispositiva:
«[E]l artículo 5 de la Directiva 93/13 y
la exigencia de transparencia de las cláusulas contractuales, en el marco de un
préstamo hipotecario, deben interpretarse en el sentido de que no se oponen a
una normativa y a una jurisprudencia nacionales que dispensan al profesional de
proporcionar al consumidor, en el momento de la celebración de un contrato de
préstamo hipotecario, la información relativa a la evolución en el pasado del
índice de referencia, al menos durante los dos últimos años, en comparación
con, al menos, otro índice distinto como el índice euríbor, siempre que esa
normativa y esa jurisprudencia permitan al juez comprobar no obstante que,
habida cuenta de los datos públicamente disponibles y accesibles y de la
información facilitada, en su caso, por el profesional, un consumidor medio,
normalmente informado y razonablemente atento y perspicaz, estuvo en
condiciones de comprender el funcionamiento concreto del modo de cálculo del
índice de referencia y de valorar así, basándose en criterios precisos y
comprensibles, las consecuencias económicas, potencialmente significativas, de
dicha cláusula sobre sus obligaciones financieras».
5.- Mediante nuevas sentencias 42, 43 y 44/2022,
de 27 de enero, y 423/2022, de 25 de mayo, todas ellas sobre los controles
de transparencia y contenido de la cláusula IRPH, esta sala reiteró la
doctrina establecida en sentencias 595, 596, 597 y 598/2020,
de 12 de noviembre, y se hizo eco del cambio de criterio del TJUE en cuanto a
la trascendencia que podía tener la información facilitada por el profesional
sobre la evolución pasada y el último valor disponible del IRPH, pues tras los
autos de 17 de noviembre de 2021 el foco de esta información viró, en la
formulación del TJUE, hacia el concepto de la accesibilidad de los datos
disponibles en el BOE y de la cognoscibilidad de esas variables por un
consumidor medio, normalmente informado y razonablemente atento y perspicaz.
SEXTO.- Segundo y tercer motivo del
recurso. El alcance del control de transparencia de las cláusulas que contienen
el IRPH como índice de referencia de los préstamos hipotecarios. Decisión de la
sala (III). Los parámetros del control de transparencia en las SSTJUE
de 13 de julio de 2023 (C-265/22) y 12 de diciembre de 2024
(C-300/23)
1.- Esta sala no se ha pronunciado aún
sobre la medida en que las sentencias del TJUE de 13 de julio de 2023
(C-265/22) y 12 de diciembre de 2024 (C300/23) inciden sobre los
parámetros del control de transparencia consolidados hasta 2022, que es el
análisis que se abordará a continuación. Estas dos últimas sentencias daban
respuesta a otras dos cuestiones prejudiciales en las que se preguntaba al
TJUE, esencialmente -dejando al margen ahora otros aspectos ajenos al control
de transparencia- acerca, de nuevo, de la incidencia de la información sobre la
evolución pasada y el último valor del índice, y de la trascendencia que a
estos efectos podía tener la mención que el preámbulo de la Circular 5/1994
hacía al diferencial negativo de los índices IRPH.
2.- En la respuesta del TJUE, el punto de
partida sigue siendo el mismo: la exigencia de transparencia «se ha de entender
en el sentido de que impone, en particular, que un consumidor medio,
normalmente informado y razonablemente atento y perspicaz, esté en condiciones
de comprender el funcionamiento concreto del método de cálculo de ese tipo de
interés y de valorar así, basándose en criterios precisos e inteligibles, las
consecuencias económicas, potencialmente significativas, de tal cláusula sobre
sus obligaciones financieras» (STJUE de 13 de julio de 2023, C-265/22, apartado
55 y STJUE de 12 de diciembre de 2024, C-300/23, apartado 79). Para ello,
los elementos pertinentes que debe tomar en consideración el juez nacional son:
i) La circunstancia de que los elementos
principales relativos al cálculo del índice de referencia -fórmula y valores-
resultan fácilmente asequibles por haber sido publicados (STJUE de 13 de julio
de 2023, C-265/22, apartado 55, y STJUE de 12 de diciembre de 2024,
C-300/23, apartado 80).
Esta última sentencia profundiza en las
implicaciones de esta exigencia en un triple sentido. En primer lugar, incide
(apartado 81) en la importancia de que el índice de referencia se haya
establecido mediante un acto administrativo que haya sido objeto de una
publicación oficial, ya que, en principio, los prestatarios tienen de este modo
acceso a información que puede permitir a un consumidor medio comprender el
método de cálculo de este índice hasta el punto de que tal publicación puede
dispensar al prestamista de proporcionar al consumidor determinadas
informaciones (apartado 82).
En segundo lugar, el TJUE precisa en ese mismo
apartado 82 que para que esa dispensa de información no perjudique el control
de transparencia será necesario que el consumidor esté en condiciones de
comprender el funcionamiento concreto del método de cálculo del tipo de interés
variable, en particular en la medida en que este método implique un índice de
referencia -precisión que está relacionada con el hecho de que un índice de
referencia es siempre oficial- y de valorar así, basándose en criterios precisos
y comprensibles, las consecuencias económicas, potencialmente significativas,
de dicha cláusula sobre sus obligaciones financieras; para ello, el TJUE
contempla dos fuentes de información: la primera y obligatoria es la
información públicamente disponible y accesible, y la segunda, tratada como
contingente («en su caso »), la información facilitada por el profesional. Las
referencias de la sentencia al «funcionamiento concreto del método de cálculo
del tipo de interés variable» hacen alusión al tipo efectivo aplicado, esto es,
a la suma del índice de referencia más el diferencial.
En este punto, el TJUE refuerza la importancia
de la disponibilidad y de la accesibilidad de la información cuando afirma
(apartado 83) que la información necesaria para que el consumidor comprenda el
alcance de la aceptación de una propuesta de préstamo «puede provenir de
elementos no facilitados directamente por el prestamista profesional, siempre
que esos elementos estén públicamente disponibles y pueda accederse a ellos, en
su caso, a través de ciertas indicaciones dadas en tal sentido por ese profesional».
Se pronuncia, además, de forma expresa (apartado 84) sobre «la accesibilidad de
[la] información no facilitada directamente por el profesional», con remisión
al apartado 60 de la sentencia de 13 de julio de 2023, C-265/22, en el
sentido de que «es importante que ese profesional dé indicaciones
suficientemente precisas y exactas a los potenciales prestatarios para que
estos puedan adquirir conocimiento de esa información sin llevar a cabo una
actividad que, por pertenecer al ámbito de la investigación jurídica, no puede
exigírsele razonablemente a un consumidor medio».
En tercer lugar, el TJUE analiza, ya en el
caso concreto de la cuestión prejudicial, la forma en la que se define el
índice IRPH en el contrato de préstamo, en la medida en que omite la
información sobre su configuración como un índice TAE y la mención al
diferencial negativo del preámbulo de la Circular 5/1994. Sobre este concreto
aspecto volveremos más adelante, al tratar precisamente la cuestión del
diferencial negativo.
ii) El contenido de la información
proporcionada por el prestamista en el marco de la negociación del préstamo (sentencia
de 13 de julio de 2023, C-265/22, apartado 55 y sentencia de 12 de
diciembre de 2024, C-300/2023, apartado 80). La sentencia de 12 de
diciembre de 2024, C-300/23, contiene algún matiz adicional sobre lo razonado
acerca de esta cuestión en los autos de 17 de noviembre de 2021
(C-655/2020 y C-79/21), ya que precisa que si la normativa nacional
imponía a las entidades de crédito determinadas obligaciones específicas en
materia de información para con los potenciales prestatarios, como resulta de
los apartados 54 y 55 de la sentencia de 3 de marzo de 2020, C-125/18,
tales obligaciones deben ser cumplidas (apartado 92). Sin embargo, el TJUE no
asocia ninguna consecuencia a un eventual incumplimiento de la entrega del
folleto, y se limita a recordar (apartado 93) que el artículo 8 de la
Directiva 93/13 autoriza expresamente a los Estados miembros a adoptar
disposiciones más estrictas con el fin de garantizar al consumidor un mayor
nivel de protección, y que tales disposiciones pueden referirse a cierta
información que los profesionales deben proporcionar obligatoriamente en el
marco de la celebración de determinados contratos.
En definitiva, con la aplicación estricta de
la Directiva sería suficiente para cumplir el control de transparencia con la
disponibilidad y la accesibilidad al valor y a la evolución pasada del índice
por los datos oficiales publicados, según los mencionados autos de 17 de
noviembre de 2021. La Orden de 5 de mayo de 1994, al establecer (Anexo I,
apartado 3) la obligación de incluir en el folleto informativo mencionado en el
art. 3 «el índice o tipo de referencia, en préstamos a interés variable
(identificación del índice o tipo, indicándose su evolución durante, al menos,
los dos últimos años naturales, así como el último valor disponible)», forma
parte de la mejora del nivel de protección de los consumidores que permite el
art. 8 de la Directiva (apartados 92 y 93) y el TJUE no precisa qué
consecuencias debe tener el incumplimiento de esa obligación, seguramente
porque se trata de una normativa nacional que supera el ámbito de protección de
la Directiva y que, por tanto, no forma parte de su labor interpretativa que
debe quedar reservada a los tribunales nacionales, cuestión esta sobre la que
se volverá más adelante.
Por todo lo expuesto, entendemos que la STJUE
de 12 de diciembre de 2024, C-300/23, vincula este bloque del control de
transparencia al hecho de que la información sobre la definición y los valores
del índice sean suficientemente accesibles para un consumidor medio. Esa
accesibilidad se puede lograr gracias a las indicaciones dadas en tal sentido
por el profesional, pero dichas indicaciones no son la única fuente posible, ni
siquiera prioritaria, de modo que la publicación del índice en el BOE colmaría
el control de transparencia siempre que la entidad indique al consumidor tal
circunstancia para que se le presente como accesible. Se reitera, pues, que el
banco no está obligado a informar de la definición del índice y su cálculo, ni
de su evolución anterior, siempre que estos elementos resulten suficientemente
accesibles para aquel gracias a las indicaciones del profesional al respecto.
Ahora bien, en ausencia de esas indicaciones que permiten al consumidor medio
la accesibilidad a los datos, incumbe al profesional ofrecer directamente una
definición completa del índice y cualquier otra información pertinente, «en
particular por lo que se refiere a una eventual advertencia hecha por la
autoridad que haya establecido dicho índice acerca de sus particularidades y de
las consecuencias de este que puedan considerarse importantes para el consumidor
con el fin de evaluar correctamente las consecuencias económicas de la
celebración del contrato de préstamo hipotecario que se le propone» (apartado
94).
La decisión del TJUE sobre los temas tratados
en este bloque se condensa en la primera parte del fallo de la sentencia
de 12 de diciembre de 2024, C-300/23, que reproducimos literalmente:
«Los artículos 4, apartado 2, y 5 de
la Directiva 93/13/CEE [...]
»deben interpretarse en el sentido de que
»el requisito de transparencia derivado de
estas disposiciones se cumple en la celebración de un contrato de préstamo
hipotecario por lo que se refiere a la cláusula de ese contrato que prevé la
adaptación periódica del tipo de interés tomando como referencia el valor de un
índice oficial establecido mediante un acto administrativo, que incluye la
definición de dicho índice, por el mero hecho de que ese acto y los valores
anteriores del correspondiente índice hayan sido publicados en el diario
oficial del Estado miembro de que se trate, sin que, en consecuencia, el
prestamista esté obligado a informar al consumidor acerca de la definición de
ese índice y de su evolución anterior, incluso si, debido a su método de
cálculo, tal índice no se corresponde con un tipo de interés remuneratorio,
sino con una Tasa Anual Equivalente (TAE), siempre que, debido a su
publicación, esos elementos resulten suficientemente accesibles para un
consumidor medio gracias a las indicaciones dadas en tal sentido por este
profesional. En ausencia de esas indicaciones, incumbe al profesional ofrecer
directamente una definición completa de ese índice y cualquier otra información
pertinente, en particular por lo que se refiere a una eventual advertencia
hecha por la autoridad que haya establecido dicho índice acerca de sus
particularidades y de las consecuencias de este que puedan considerarse
importantes para el consumidor con el fin de evaluar correctamente las
consecuencias económicas de la celebración del contrato de préstamo hipotecario
que se le propone. En cualquier caso, incumbe al profesional ofrecer al
consumidor toda la información que, en virtud de la normativa nacional
aplicable en el momento de la celebración del contrato, esté obligado a
proporcionar».
3.- En cuanto a la trascendencia que en
el control de transparencia puede tener la mención que el preámbulo de la
Circular 5/1994 hacía al diferencial negativo de los índices IRPH, en el
asunto C-265/22 el Juzgado remitente planteaba, en esencia, si era
compatible con la Directiva que el derecho nacional validara una cláusula IRPH
a la que se aplica un incremento, cuando la mencionada circular, en su
preámbulo, recomendaba que los préstamos referenciados al IRPH, dado el método
de cálculo de dicho índice, fueran siempre acompañados de la aplicación de un
diferencial negativo a fin de igualar el tipo de interés con el tipo de
mercado. El Juzgado también cuestionó la interpretación del artículo 6,
apartado 1, de la Directiva 93/13 en el escenario de la celebración de un
contrato de préstamo cuyo tipo de interés se presenta de manera engañosa,
incumpliendo las exigencias de la Directiva 2005/29, pero este
planteamiento no fue aceptado por el TJUE, ya que esta segunda directiva no era
aplicable al préstamo litigioso, celebrado el 12 de mayo de 2006. Ciertamente
la cuestión prejudicial omitió explicar que al préstamo en cuestión tampoco le
era aplicable la Orden de 5 de mayo de 1994, ya que por su cuantía (197.934,54
€) superaba el tope máximo vigente hasta el 9 de diciembre de 2007.
Pero, haciendo abstracción de estas omisiones,
la STJUE de 13 de julio de 2024 dio respuesta a esta duda del Juzgado en el
siguiente sentido:
i) Sobre la cuestión de si el consumidor medio
podía tener conocimiento efectivo de los métodos de cálculo del índice de
referencia y ser consciente de sus consecuencias económicas en ausencia de la
información sobre el diferencial negativo, el TJUE resolvió que el órgano
jurisdiccional «habrá de tener en cuenta la importancia que tenía esta
información para que ese consumidor pudiera evaluar correctamente las
consecuencias económicas» del préstamo y que el hecho del que el BdE «hubiera
estimado oportuno, en ese preámbulo, llamar la atención de las entidades de
crédito sobre el tipo de los IRPH en relación con el tipo de interés del
mercado y sobre la necesidad de aplicar un diferencial negativo para igualarlos
con dicho tipo de interés constituye un indicio pertinente de la utilidad que
la mencionada información tenía para el consumidor» (apartado 59). ii) iii) En
el préstamo del litigio en el que se promovió la cuestión prejudicial, el TJUE
consideró pertinente la circunstancia de que esta información, pese a haber
sido publicada en el BOE, figurara en el preámbulo de la Circular 5/1994 y no
en la Circular (8/1990), a la que se remitía la cláusula controvertida, por lo
que correspondía al órgano jurisdiccional competente comprobar si la obtención
de esa información suponía llevar a cabo una actividad que, por pertenecer ya
al ámbito de la investigación jurídica, no podía exigírsele razonablemente a un
consumidor medio (apartado 60). iv) v) Concluyó la sentencia que «[l]os artículos
3, apartado 1, 4 y 5 de la Directiva 93/13/CEE [...], deben
interpretarse en el sentido de que, para apreciar la transparencia y el
carácter eventualmente abusivo de una cláusula de un contrato de préstamo
hipotecario [...] que designa, como índice de referencia [...] un índice
establecido por una circular que fue publicada oficialmente y al que se aplica
un incremento, es pertinente el contenido de la información incluida en otra
circular de la que se desprende la necesidad de aplicar a ese índice, dado su
modo de cálculo, un diferencial negativo a fin de igualar dicho tipo de interés
con el tipo de interés del mercado. También es pertinente determinar si esa
información es suficientemente accesible para un consumidor medio». vi) 4.- Volvió
sobre esta cuestión del diferencial negativo la STJUE de 12 de diciembre
de 2024, C-300/23, en términos que nos parecen más clarificadores. Sus
apartados 86 y 87 explican que el órgano remitente basaba sus dudas sobre el
cumplimiento del deber de transparencia -como sucedía en la cuestión C-265/22-
en el hecho de que el préstamo litigioso contenía la definición del IRPH-Cajas,
pero no hacía ninguna mención al BOE ni a la
Circular 5/1994, ni precisaba una parte de la
definición oficial, concretamente la que establece que los tipos de interés
medio que conforman el IRPH son tipos TAE, ni tampoco mencionaba la advertencia
hecha por el Banco de España en el preámbulo de la citada circular sobre los
diferenciales negativos.
El TJUE reitera lo ya dicho en la
sentencia de 13 de julio de 2023 (C265/22), pero explica con más detalle el
sentido que tiene en el control de transparencia el acceso a esta información
sobre el preámbulo de la Circular 5/1994:
i) El fin esencial del conocimiento de este
dato se expresa en estos términos: «dicha advertencia [sobre el diferencial
negativo] puede constituir un indicio pertinente de la utilidad de la
información sobre la homogeneización de los tipos de referencia oficiales como
tipos TAE, ya que el Banco de España parece haber considerado útil precisar que
los tipos medios de los préstamos hipotecarios tomados en consideración para
calcular el valor de un IRPH son TAE porque esos tipos medios incluyen, además,
el efecto de las comisiones» (apartado 89). ii) iii) La utilización del IRPH en
sí no merma la posibilidad del consumidor de comparar una propuesta de préstamo
que utilice este índice de referencia con otras propuestas que utilicen otros
índices oficiales que no consisten estructuralmente en una TAE, siempre que el
valor actual y los valores históricos de dichos índices se comuniquen o sean
accesibles, pues el consumidor medio puede comparar los tipos de interés
previstos en las distintas propuestas y para obtener valores comparables lo
único que tiene que hacer es añadir a los diferentes índices de referencia el
diferencial designado, en caso de exista (apartado 90). iv) v) La utilización
del IRPH, por el hecho de proceder de valores TAE, no produce el efecto de
transformar el tipo de interés en una TAE que pueda desglosarse en tipo de
interés remuneratorio, por un lado, y diferenciales, comisiones y gastos, por
otro. Como tal índice de referencia, y al igual que sucede con el resto de los
índices, su única finalidad es establecer un método de cálculo contractual del
tipo de interés remuneratorio, sin modificar su estructura (apartado 91). vi)
vii) La circunstancia de que en las TAE de los contratos tomados en
consideración para calcular los valores sucesivos de los índices IRPH algunos
elementos puedan resultar de cláusulas contractuales que se revelan, a
posteriori, abusivas, no puede ni poner en tela de juicio el carácter de
referencia oficial de este índice ni afectar retroactivamente a la validez de
una cláusula de otro contrato que se remita a ese índice (apartado 123).
viii) 5.- De estos apartados de la STJUE de 12 de diciembre de
2024 (C-300/23) puede extraerse la conclusión de que el TJUE trata la
pertinencia de tomar en consideración, en la información que precisa un
consumidor medio, el llamado «diferencial negativo» que se menciona en el
preámbulo de la Circular 5/1994 como una información instrumental que permita
la adecuada comprensión del concepto de TAE en tal contexto y la diferencia
entre los tipos de funcionan estructuralmente como una TAE -los IRPH- y el
resto.
6.- Se entenderá mejor esta conclusión si
tomamos como ejemplo los datos fácticos del asunto que enjuiciamos. El primer
año de vida del contrato se regía por un TIN fijo del 5,25%, que tenía que
ofrecerse necesariamente en términos TAE, y así se hizo (5,454% TAE), de modo
que el prestatario ya tenía una referencia homologable con la que comparar, en
primer lugar, otros préstamos hipotecarios comercializados por otras entidades
(y que debían facilitarse, conforme a lo dicho, en términos TAE), y en segundo
lugar, la diferencia que podía razonablemente existir entre el tipo fijo de ese
primer periodo y el posible interés variable del resto de la vida del préstamo.
En efecto, teniendo en cuenta la redacción de
cláusula 3ª bis, la información de que a la fecha de firma del préstamo el
último valor del IRPHEntidades publicado era del 4,645% -y esa referencia era
ya homologable con la TAE- era fácilmente accesible, ya que estaba publicada en
el BOE de 23 de diciembre de 2006 la Resolución de 19 de diciembre de 2006, del
Banco de España, por la que mensualmente se hacen públicos los índices de
referencia oficiales para los préstamos hipotecarios a tipo variable destinados
a la adquisición de vivienda. Esta Resolución, publicada y accesible, ofrecía
la información pertinente con referencia expresa a la Circular 5/1994, de 22 de
julio, de la que se ofrecía además la fecha de publicación en el BOE -3 de
agosto siguiente-, lo que facilitaba la disponibilidad de su contenido íntegro.
Este es el contenido de esa disposición publicada en el BOE de 23 de diciembre
de 2006:
«Mensualmente se hacen públicos los índices de
referencia oficiales para los préstamos hipotecarios a tipo variable destinados
a la adquisición de vivienda (1).
»Noviembre 2006:
(1) La definición y forma de cálculo de estos
índices se recoge en las Circulares del Banco de España 5/1994, de 22 de julio
(BOE del 3 de agosto), 7/1999, de 29 de junio (BOE del 9 de julio) y 1/2000, de
28 de enero (BOE del 10 de febrero)».
7.- Debe tenerse en cuenta, además, que
lo que establecía la Circular 5/1994 no era que cuando se empleaban los índices
IRPH no fuera posible establecer sobre ellos un diferencial positivo y fuera
obligatorio un diferencial negativo, ya que se trata de dos conceptos
distintos: este último iría destinado a asegurar el efectivo conocimiento del
interés medio del mercado, al detraer de la TAE el coste de las comisiones,
mientras que el diferencial positivo es el margen con el que se incrementa el
índice de referencia para determinar la remuneración del préstamo. A estos
efectos no tiene especial relevancia el hecho de que, por ejemplo, en los
planes públicos de vivienda sí llegara a contemplarse en algunos casos un
diferencial negativo, lo que se explica por la propia finalidad de esa
actuación institucional en el ámbito de la vivienda protegida.
Sustenta esta conclusión lo ya dicho sobre la
falta de desarrollo normativo de esa mención del preámbulo, sobre la
desaparición de cualquier referencia a esta cuestión en la Orden EHA/2899/2011,
en la Circular BdeE 5/2012, y en la D.A. 15ª de la Ley 14/2013, de 27 de
septiembre, y sobre la falta de constancia de que el Banco de España controlara
ese diferencial negativo en su labor de supervisión de los tipos efectivos de
interés de los préstamos hipotecarios, sin perjuicio de su ponderación en las
indicaciones, tratamiento y elaboración de los datos estadísticos que publica
periódicamente. Es igualmente relevante la consideración, ya apuntada, del
hecho notorio según el cual, como regla general, a igualdad de condiciones de
capital, duración y condiciones de vinculación, a los préstamos referenciados a
IRPH se les aplicaba un diferencial inferior al de otros índices como el
Euríbor.
SÉPTIMO.- Segundo y tercer motivo del
recurso. El alcance del control de transparencia de las cláusulas que contienen
el IRPH como índice de referencia de los préstamos hipotecarios. Decisión de la
sala (IV). Conclusiones sobre los parámetros del control de transparencia de
las cláusulas que contienen el IRPH como índice de referencia.
1.- De este amplio y complejo recorrido
normativo y jurisprudencial se desprende que la superación o no del control de
transparencia de las cláusulas que contienen el IRPH como índice de referencia
no admite una respuesta única y que la solución dependerá de las concretas
circunstancias de cada préstamo y de cada litigio, en función de los hechos que
queden probados en el mismo.
2.- Esta apreciación no nos exime de
facilitar un catálogo de los diferentes elementos que habrán de ser tenidos en
cuenta por los órganos jurisdiccionales en la realización del control de
transparencia, en cumplimiento de nuestra obligación de formar doctrina
jurisprudencial (art. 1.6 CC) y de la función que, como tribunal de casación,
nos corresponde en orden a la armonización de la interpretación del Derecho
nacional y en aras de la seguridad jurídica (SSTJUE de 7 de agosto de 2018,
asuntos acumulados C96/16 y C- 94/17, y 14 de marzo de 2019, C-118/17).
3.- El control de transparencia debe
garantizar que un consumidor medio esté en condiciones de comprender el
funcionamiento concreto del método de cálculo de ese tipo de interés (IRPH más
diferencial) y de valorar así, basándose en criterios precisos e inteligibles,
las consecuencias económicas, potencialmente significativas, de la cláusula de
intereses remuneratorios sobre sus obligaciones financieras. El catálogo
elementos a tener en cuenta en la realización de este control se extrae del
contenido de los fundamentos jurídicos anteriores y puede condensarse en los
siguientes parámetros:
i) Será necesario comprobar, en primer lugar,
si el préstamo litigioso, por su fecha y cuantía, está sujeto al bloque
normativo de la Orden de 1994 y de la Circular 5/1994, o al de la Orden
EHA/2899/2011 y la Circular 5/2012, o, por último, exclusivamente a la
normativa general sobre condiciones generales de la contratación y consumo.
Esto último sucederá en los préstamos que, por su fecha o cuantía, quedaron
fuera del ámbito de aplicación de la Orden de 5 de mayo de 1994, esto es, todos
los anteriores al 9 de diciembre de 2007 en los que el capital prestado
excediera de 25 millones de pesetas (150.253,03 ii) €).
iii) Sobre el conocimiento de la composición,
de las peculiaridades, de los valores y de la evolución del tipo oficial, como
regla general, y sin perjuicio de lo que precisaremos en los puntos iii) y iv),
la publicación en el BOE de las Circulares 5/1994 y 5/2012 y de los sucesivos
valores de los índices IRPH (trasladados luego a la sede electrónica del Banco
de España) permitirá entender superado este elemento del control de
transparencia, pues esta circunstancia permite a un consumidor razonablemente atento
y perspicaz comprender que el referido índice se calculaba según el tipo medio
de los préstamos hipotecarios a más de tres años para adquisición de vivienda,
incluyendo así los diferenciales y gastos aplicados por las diferentes
entidades, al que habría que añadir el diferencial pactado en el caso concreto.
iv) Tenemos en cuenta a este respecto que ya desde la sentencia 669/2017 hemos
insistido en que los intereses remuneratorios del préstamo, que constituyen,
esencialmente, el precio del negocio, admiten dos sistemas de determinación: el
interés nominal fijo, inmune a las fluctuaciones de los tipos de interés, y el
interés variable, en cuyo cálculo se establecen dos elementos contractuales
que, conjuntamente, intentan mantener la economicidad del contrato: el elemento
temporal (la revisión periódica del tipo aplicable) y el elemento cuantitativo,
conforme al cual el tipo de interés resultante se desglosa en dos componentes:
un tipo de referencia indicativo del precio del dinero (en nuestro caso, el
IRPH) y un margen o diferencial establecido en términos porcentuales. En
consecuencia, cuando se utiliza el sistema de índice de referencia más
diferencial, el precio del préstamo no es solo el correspondiente al índice,
sino el resultante de la suma del valor del índice en cada periodo contractual
más el margen.
v) La Directiva 93/13 no impone que
la información sobre la evolución pasada y el último valor del índice, ni
siquiera en los préstamos sometidos a la Orden de 1994, tuvieran que ser
necesariamente facilitados por la entidad prestamista, pues el índice de
referencia quedó establecido mediante un acto administrativo que fue objeto de
una publicación oficial, y en principio, los prestatarios tienen de este modo
acceso a la información que puede permitir a un consumidor medio comprender el
método de cálculo y los sucesivos valores del índice. La información necesaria
puede provenir de elementos no facilitados directamente por el prestamista
profesional, siempre que esos elementos estén públicamente disponibles y pueda
accederse a ellos, en su caso, a través de ciertas indicaciones dadas en tal
sentido por ese profesional, para lo que bastará que en la información
facilitada conste la mención a la Circular 5/1994. vi) No será suficiente, a
estos efectos, la sola mención de la Circular 8/1990, pues no llegó a
publicarse en el BOE una versión consolidada que incluyera los contenidos
añadidos por la Circular 5/1994, de modo que, en tales casos, el consumidor no
podría lograr la accesibilidad al contenido de esta última circular sin llevar
a cabo una tarea que excede de la diligencia de un consumidor medio y se
adentra en el campo de la investigación jurídica.
vii) Si, en los préstamos sometidos a la Orden
de 1994, la entidad prestamista ha incumplido el deber de entrega del folleto
mencionado en el Anexo I, apartado 3, y sin perjuicio de las consecuencias que
procedan en el ámbito de la disciplina de las entidades de crédito, la
consecuencia no habrá de ser necesariamente la falta de transparencia. En tales
casos, habrá que valorar si en el concreto procedimiento se acredita que esa
omisión pudo ser suplida por la información facilitada por otros medios, incluidas
las indicaciones sobre la fuente y publicación de los datos pertinentes sobre
el índice. viii) En este sentido, ha de aplicarse la reiterada jurisprudencia
de esta sala (por todas, sentencia 1574/2024, de 20 de noviembre) según la
cual el requisito de la transparencia material persigue un resultado
insustituible, que es un consumidor suficientemente informado, pero que ese
objetivo puede alcanzarse por pluralidad de medios:
«2.-Como hemos declarado en reiteradas
ocasiones (sentencias 509/2020, de 6 de octubre, 564/2020, de 27 de
octubre y 642/2020, de 27 de noviembre), no existen medios tasados
para obtener el resultado que con el requisito de la transparencia material se
persigue: un consumidor suficientemente informado. El adecuado conocimiento de
la cláusula, de su trascendencia y de su incidencia en la ejecución del
contrato, a fin de que el consumidor pueda adoptar su decisión económica
después de haber sido informado cumplidamente, es un resultado insustituible,
aunque susceptible de ser alcanzado por pluralidad de medios. Así lo pusimos
también de relieve en la sentencia 171/2017, de 9 de marzo, en que
afirmamos que en cada caso pueden concurrir unas circunstancias propias cuya
acreditación, en su conjunto, ponga de relieve con claridad el cumplimiento o
incumplimiento de la exigencia de transparencia».
Por ello, de la misma manera que hemos
afirmado que el mero cumplimiento de los deberes de entrega documental
establecidos en normas sectoriales no colma por sí solo el deber de
transparencia cuando esa entrega documental no ha garantizado la información
material a la que el consumidor tiene derecho (a título de ejemplo, y entre
otras muchas, sentencia 328/2021, de 17 de mayo), habremos de valorar que
la ausencia del folleto no equivaldrá a una automática falta de transparencia
si en el concreto procedimiento se acredita que esa omisión pudo ser suplida
por la información facilitada por otros medios, incluidas las indicaciones del
prestamista sobre la fuente y publicación de los datos pertinentes sobre el
índice.
ix) El fin esencial del conocimiento de la
mención del diferencial negativo del preámbulo de la Circular 5/1994, en los
préstamos sometidos a esta norma, y que se logra con la mención a dicha
Circular, es la comprensión, para un consumidor medio, del concepto de TAE en
el contexto de la contratación de un préstamo hipotecario. En suma, la
pertinencia de tomar en consideración, en la información que precisa un
consumidor medio, el llamado «diferencial negativo» mencionado en el preámbulo
de la Circular 5/1994 es una información instrumental que permite la adecuada
comprensión del concepto de TAE en tal contexto y la diferencia entre los tipos
de funcionan estructuralmente como una TAE -los IRPH- y el resto. La omisión de
una referencia concreta al diferencial negativo en la información suministrada
resultará irrelevante, por lo ya explicado, si dicha información incluía la
referencia a la Circular 5/1994 y, en caso de existir una primera franja
temporal a tipo fijo, se indicaba la TAE aplicable a ese primer periodo, o se
incluía cualquier otra mención al concepto TAE. x) xi) La utilización del IRPH
en sí no merma la posibilidad del consumidor de comparar una propuesta de
préstamo que utilice este índice de referencia con otras propuestas que
utilicen otros índices oficiales que no consisten estructuralmente en una TAE,
siempre que el valor actual y los valores históricos de dichos índices se
comuniquen o sean accesibles, conforme a lo ya explicado, pues el consumidor
medio puede comparar los tipos de interés previstos en las distintas propuestas
y para obtener valores comparables lo único que tiene que hacer es añadir a los
diferentes índices de referencia el diferencial designado. xii) 4.- En
síntesis:
i) La primera comprobación será la
correspondiente al régimen jurídico del préstamo, esto es, la aplicación del
bloque normativo de la Orden de 1994 y de la Circular 5/1994, del propio de la
Orden EHA/2899/2011 y la Circular 5/2012, o, por último, exclusivamente la
normativa general sobre condiciones generales de la contratación y consumo.
Esto último sucederá en los préstamos que, por su fecha o cuantía, quedaron
fuera del ámbito de aplicación de la Orden de 5 de mayo de 1994, esto es, todos
los anteriores al 9 de diciembre de 2007 en los que el capital prestado
excediera de 25 millones de pesetas (150.253,03 €). ii) iii) Solo en los
préstamos sometidos a la Orden de 1994 será necesario comprobar las
circunstancias relativas a la entrega del folleto previsto en su Anexo I-3 y al
diferencial negativo mencionado en la Circular 5/1994. iv) v) Como regla
general, el acceso al conocimiento de la composición, de las peculiaridades, de
los valores y de la evolución del tipo oficial estará garantizado a través de
la publicación en el BOE de las Circulares 5/1994 y 5/2012 y de los sucesivos
valores de los índices IRPH (trasladados luego a la sede electrónica del Banco
de España), lo que permitirá entender superado este elemento del control de
transparencia. vi) vii) La Directiva 93/13 no impone que la
información sobre la evolución pasada y el último valor del índice, ni siquiera
en los préstamos sometidos a la Orden de 1994, tuvieran que ser necesariamente
facilitados por la entidad prestamista. La información necesaria puede provenir
de elementos no facilitados directamente por el prestamista profesional,
siempre que esos elementos estén públicamente disponibles y pueda accederse a
ellos, en su caso, a través de ciertas indicaciones dadas en tal sentido por
ese profesional, para lo que bastará que en la información facilitada conste la
mención a la Circular 5/1994. viii) ix) No será suficiente, a estos efectos, la
sola mención de la Circular 8/1990. x) xi) Si en los préstamos sometidos a la
Orden de 1994 la entidad prestamista ha incumplido el deber de entrega del
folleto mencionado en el Anexo I, apartado 3, habrá que tener en cuenta si en
el concreto procedimiento se acredita que esa omisión pudo ser suplida por la
información facilitada por otros medios, incluidas las indicaciones sobre la
fuente y publicación de los datos pertinentes sobre el índice. xii) xiii) La
omisión de una referencia concreta al diferencial negativo mencionado en el
preámbulo de la Circular resultará irrelevante si la información incluía la
referencia a la Circular 5/1994 y, en caso de existir una primera franja
temporal a tipo fijo, se indicaba la TAE aplicable a ese primer periodo o, se
incluía cualquier otra referencia al concepto TAE. No será suficiente, a estos
efectos, la sola mención de la Circular 8/1990. xiv) xv) La utilización del
IRPH en sí no merma la posibilidad del consumidor de comparar una propuesta de
préstamo que utilice este índice de referencia con otras propuestas que
utilicen otros índices oficiales que no consisten estructuralmente en una TAE.
xvi)
OCTAVO.- Segundo y tercer motivo del
recurso. Aplicación de los parámetros anteriores. Estimación.
1.- Los motivos segundo y tercero del
recurso deben ser estimados porque los parámetros que utiliza la Audiencia para
definir el control de transparencia no son correctos. En la demanda se
mencionaron (hecho cuarto) las negociaciones sobre el préstamo y en la
audiencia previa no se impugnó el documento interno de la entidad sobre la
finalidad del mismo y las circunstancias en que se celebró, lo que evidencia la
existencia de la necesaria información precontractual. El hecho de que el
descenso del Euríbor no hubiera sido seguido en igual forma por el IRPH -a la
fecha de la sentencia recurrida, pues la evolución ha sido diferente en los
años posteriores- no es relevante para el control de transparencia y, con
oferta vinculante o sin ella, los prestatarios, además de las negociaciones
previas sobre el préstamo, tuvieron a su disposición la escritura pública antes
de la firma, por lo que no pudieron pasar por alto el contenido de la cláusula
3 bis ni entender en modo alguno que se trataba de un préstamo referenciado al
Euríbor, que es la tesis que vertebra su demanda y la invocación de la falta de
transparencia.
2.- No solo es que el Euríbor no se
mencione en absoluto en la información precontractual o contractual. Es que,
además, la cláusula 3 bis tenía una redacción clara, detallada y extensa que
permitía a los prestatarios comprender, sin mayor dificultad:
i) Que en el primer año regía un tipo fijo
identificado con su TIN y con su TAE. ii) iii) Que a partir del segundo año se
aplicaría un índice oficial, el IRPH entidades ("el tipo medio de los
préstamos hipotecarios a más de tres años, para la adquisición de vivienda
libre, concedidos por el conjunto de las entidades de crédito") más un
diferencial del 0,6%. iv) v) Que ese índice oficial -y el sustitutivo- estaba
definido en la Circular 5/1994 del Banco de España de 22 de julio de 1994,
publicada en el BOE el 3 de agosto siguiente. vi) vii) Que debido a que los
tipos de interés variable que se tomaban como referencia se publican en el BOE,
dicha publicación accesible era un medio suficiente para que pudieran ser
comprobados en cada momento por la parte prestataria, que además podría tomar
conocimiento y obtener la información pertinente en cualquiera de las oficinas
de la Caja. viii) ix) Que se aceptaba de forma expresa que el sistema de
comunicación, establecido en su conjunto, satisfacía plenamente el legítimo
derecho de acceso de la parte deudora al conocimiento del tipo de interés de
referencia, asumiendo, a todos los efectos, sus consecuencias, especialmente en
orden a la aplicabilidad de las variaciones correspondiente a los tipos de
interés. x) Tenemos en cuenta, además que la demandante había concertado con la
misma entidad otros préstamos referenciados al Mibor y el Euríbor, por lo que
no le pudo pasar desapercibido que en este caso el índice de referencia era
otro.
3.- Los prestatarios sabían, pues, que
durante el primer año de vida del contrato regía un TIN fijo del 5,25%, que
equivalía a un 5,454% TAE, de modo que disponían de una referencia homologable
con la que comparar, en primer lugar, otros préstamos hipotecarios
comercializados por otras entidades (y que debían facilitarse también en
términos TAE), y en segundo lugar, la diferencia que podía razonablemente
existir entre el tipo fijo de ese primer periodo y el interés variable del
resto de la vida del préstamo, pues, teniendo en cuenta la redacción de
cláusula 3ª bis, la información de que a la fecha de firma del préstamo el
último valor publicado del IRPH-Entidades era del 4,645% -y esa referencia era
ya homologable con la TAE- era fácilmente accesible, ya que estaba publicada en
el BOE de 23 de diciembre de 2006 la Resolución de 19 de diciembre de 2006, del
Banco de España, en los términos antes expuestos. Tiene razón la recurrente,
además, cuando indica que en los dos años anteriores la evolución del IRPH-Entidades
y del Euríbor había sido muy similar, con una diferencia media de un punto, de
modo que esa información no sería especialmente significativa para prever la
evolución futura de uno y otro índice. Además, constaba expresamente en el
contrato la posibilidad de acceder a la evolución del índice a través de la
información que se obligaba a facilitar, en cualquier momento, la sucursal
responsable de la gestión del préstamo.
4.- Por todo ello, se cumplieron en el
caso los parámetros del control de transparencia, lo que impide realizar el
control del abusividad de las cláusulas cuestionadas (artículo 4.2 de la
Directiva 93/13: «[l]a apreciación del carácter abusivo de las cláusulas no se
referirá a la definición del objeto principal del contrato ni a la adecuación
entre precio y retribución, por una parte, ni a los servicios o bienes que
hayan de proporcionarse como contrapartida, por otra, siempre que dichas
cláusulas se redacten de manera clara y comprensible»).
5.- Los motivos segundo y tercero serán
estimados, por lo que debemos asumir la instancia y estimar el recurso de
apelación interpuesto por Kutxabank S.A. contra la sentencia de primera
instancia, lo que implica desestimar la demanda formulada por D.ª Gema, sin
hacer expresa imposición de las costas de la primera instancia, vistas las
dudas de derecho que han presidido el tratamiento jurisprudencial de la
cuestión (art. 394 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, LEC).
NOVENO.- Costas y depósitos
1.- No procede hacer expresa imposición
de las costas del recurso de casación que ha sido estimado, de conformidad con
los artículos 394 y 398 LECl. Respecto de las costas del recurso
de apelación, no procede hacer expresa imposición, pues el recurso debió ser
estimado (art. 398 LEC, en la redacción aplicable al caso, anterior al RDL
6/2023, de 19 de diciembre).
2.- Procederá la devolución de los
depósitos constituidos para formular los recursos de apelación y de casación,
de conformidad con la disposición adicional 15ª, apartado 8, de la Ley
Orgánica del Poder Judicial.
F A L L O
Por todo lo expuesto, en nombre del Rey y por
la autoridad que le
confiere la Constitución, esta sala ha
decidido
1.º- Estimar el recurso de casación
interpuesto por Kutxabank S.A. contra la sentencia dictada el 20 de
septiembre de 2017 por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Álava
en el recurso de apelación 314/2017, derivado del juicio ordinario
1037/2016 del Juzgado de Primera Instancia núm. 2 de Vitoria-Gasteiz.
2.º- Casar la expresada sentencia y, al
asumir la instancia, estimar el recurso de apelación interpuesto por Kutxabank
S.A. contra la sentencia de primera instancia y desestimar la demanda formulada
por D.ª Gema contra Kutxabank S.A., sin hacer expresa imposición de las costas
de la primera ni de la segunda instancia.
3.º- No imponer las costas del recurso de
casación.
4.º- Devolver a la recurrente los
depósitos constituidos para interponer los recursos de apelación y de casación.
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