Sentencia del Tribunal Supremo de 17 de julio de 2012 (D. ANDRES MARTINEZ ARRIETA).
NOVENO.-
En el
primer motivo de la queja casacional que opone esta acusación particular
denuncia la inaplicación al hecho probado del art. 23 del Código penal, la
circunstancia mixta, en este supuesto agravación, de parentesco.
Esta circunstancia fue
aplicada por el Tribunal de Jurado y suprimida de la condena en la sentencia de
la apelación con la argumentación derivada de la distinción existente en la
jurisprudencia sobre su aplicación y concurrencia en los supuestos de
agresiones entre cónyuges, o situaciones de análoga significación, y ascendientes
y descendientes, de un lado, y otros parientes no ascendientes ni
descendientes. Si con respecto a los conyuges y ascedientes y descendientes, la
agravación parte del dato fáctico de la relación parental, en la que tiene
especial importancia el calado hondo y antropológico de esa relación parental
en la que juegan deberes de respeto, lealtad, fidelidad y cuidado, en las demás
relaciones parentales, es necesario la acreditación no sólo del dato parental,
sino también de una relación de afectividad que de contenido a la circunstancia
de agravación.
Desde el hecho probado no
resultan los elementos definidores de la agravación por la inexistencia de afectividad
y conviviencia que fundamenta la agravación.
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