Sentencia del Tribunal Supremo de 20 de noviembre de 2013 (D. FRANCISCO JAVIER ARROYO FIESTAS).
TERCERO.- Motivo segundo.
Infracción del art. 97 C .C.,
al oponerse a la doctrina jurisprudencial emanada por la Sala Primera del
Tribunal Supremo en las sentencias de fecha 5 de noviembre de 2008, 3 de
octubre de 2008, 9 de febrero de 2010, 19 de enero de 2010, 17 de octubre de
2008, 14 de octubre de 2008, 1 de octubre de 2004, 10 de febrero de 2005, 5 de
noviembre de 2008, 10 de marzo de 2009 y 17 de julio de 2009, en las que se
determina que el requisito del desequilibrio económico que genera el derecho a la
pensión compensatoria debe existir en el momento de la ruptura matrimonial.
Motivo tercero. Por aplicación
indebida del art. 97 C .C.
en cuanto a la sentencia recurrida se opone a la doctrina de las SSTS 2
diciembre 1997, 28 abril 2005 y STS 434/2011, de 22 junio, que sostienen que la
finalidad de la pensión compensatoria no es subvenir las necesidades del
cónyuge que la pide, sino compensar razonablemente el desequilibrio que la
separación o el divorcio produzcan.
Motivo cuarto. Infracción del
artículo 97 C .C.,
al oponerse a la doctrina jurisprudencial contenida en las sentencias del TS
14-04- 2011 (Rc. 701/2007), de pleno, en materia de divorcio, y concretamente
en relación con la pensión compensatoria, que recuerda y ratifica las
conclusiones expresadas en la sentencia del pleno de la Sala Primera del TS,
de 19 enero 2010.
Se desestiman los tres motivos
que se analizan conjuntamente al referirse todos ellos a los requisitos del
art. 97 del C. Civil, para el otorgamiento de la pensión compensatoria.
Alega el recurrente que el
desequilibrio ha de existir en el momento de la ruptura matrimonial y que no se
han valorado los ingresos de la esposa en los últimos 16 años de matrimonio.
Que no se ha valorado el desequilibrio, que no se ha tenido en cuenta que la
esposa estudió la carrera de Derecho, durante el matrimonio y que lleva 16 años
trabajando como Secretaria judicial sustituta. Que la sentencia recurrida
valora un hecho futuro e incierto, como es la inestabilidad laboral, que no se
debió tener en cuenta. El recurrente igualmente analizó la doctrina
jurisprudencial sobre la pensión compensatoria.
Esta Sala en sentencia de 16
de Julio del 2013, recurso: 1044/2012 declaró: El artículo 97 CC exige que
la separación o el divorcio produzcan un desequilibrio económico en un cónyuge,
en relación con la posición del otro, para que surja el derecho a obtener la
pensión compensatoria.
a) Actúan como elementos
integrantes del desequilibrio, en tanto en cuanto sea posible según la naturaleza
de cada una de las circunstancias.
b) Una vez determinada la
concurrencia del mismo, actuarán como elementos que permitirán fijar la cuantía
de la pensión. A la vista de ello, el juez debe estar en disposición de decidir
sobre tres cuestiones: a) Si se ha producido desequilibrio generador de pensión
compensatoria.
b) Cuál es la cuantía de la
pensión una vez determinada su existencia.
c) Si la pensión debe ser
definitiva o temporal".
Esta doctrina se ha aplicado
en las sentencias posteriores 856/2011, de 24 noviembre, 720/2011, de 19
octubre, 719/2012, de 16 de noviembre y 335/2012, de 17 de mayo 2013.
En STS, 4 de Diciembre del
2012, recurso: 691/2010: se fijó que:...por desequilibrio ha de entenderse
un empeoramiento económico en relación con la situación existente constante
matrimonio que debe resultar de la confrontación entre las condiciones
económicas de cada uno, antes y después de la ruptura. Puesto que por su
configuración legal y jurisprudencial la pensión compensatoria no tiene por
finalidad perpetuar, a costa de uno de sus miembros, el nivel económico que venía
disfrutando la pareja hasta el momento de la ruptura, sino que su objeto o
finalidad legítima es lograr reequilibrar la situación dispar resultante de
aquella, no en el sentido de equiparar plenamente patrimonios que pueden ser
desiguales por razones ajenas a la convivencia, sino en el de colocar al
cónyuge perjudicado por la ruptura del vínculo matrimonial en una situación de
potencial igualdad de oportunidades laborales y económicas respecto de las que
habría tenido de no mediar el vínculo matrimonial...
En STS, del 08 de Mayo del
2012, recurso: 1437/2009, sobre el régimen de separación de bienes y la pensión
compensatoria, se declara: Cuando los cónyuges se encuentren en separación
de bienes, debe demostrarse que la separación o el divorcio producen el
desequilibrio, es decir, implican "un empeoramiento en su situación
anterior en el matrimonio" a los efectos de la reclamación de la pensión,
del mismo modo como se exige cuando se rigen por un régimen de bienes distinto.
De ello cabe deducir que el régimen no es determinante del desequilibrio, sino
que constituye uno de los factores a tener en cuenta para fijarlo y por ello
cabe la pensión compensatoria tanto en un régimen de comunidad de bienes, como
en uno de separación.
A la vista de esta doctrina,
es evidente que en la sentencia recurrida se han seguido las pautas jurisprudenciales
y legales para fijar cuantitativamente la pensión compensatoria en unos límites
económicos razonables, dado que la esposa ha atendido en exclusiva a la
familia, durante muchos años, durante los que también estudió la carrera de
derecho, pero las atenciones a la numerosa prole también le han impedido aspirar
a un trabajo estable, pues el puesto de Secretaria Judicial es en régimen de
interinidad, por naturaleza inestable y sujeto a los programas de restricción
de gastos en la
Administración. Todo ello unido a que ha de seguir atendiendo
a una hija menor de edad.
Como hemos reflejado la
pensión compensatoria no pretende equilibrar patrimonios, pero sí nivelar el desequilibrio
existente, que en este caso es manifiesto, dado que los ingresos son
abrumadoramente dispares (STS del 22 de Junio del 2011, RC. 1940/2008).
También se ha de tener en
cuenta el régimen de separación de bienes, la inexistencia de bienes en común,
y la carencia de vivienda en régimen privativo por la esposa, dado que pese al
elevado patrimonio inmobiliario del esposo, se optó por el régimen de alquiler.
En suma, el alto poder adquisitivo del esposo permitió un elevado nivel de vida
durante el matrimonio, pero no consta que vaya a beneficiar a la esposa tras el
divorcio, al no haberse incrementado el patrimonio de la misma.
CUARTO.- Motivo quinto.
Infracción del art. 97 C .C.,
al oponerse a la doctrina jurisprudencial emanada en relación con la
posibilidad de fijar un límite temporal en la percepción de la pensión
compensatoria por la Sala
Primera del Tribunal Supremo en las SSTS 434/2011, de 22
junio, de 14 de marzo de 2011, 10 de febrero de 2005, 28 de abril de 2005, 17
de octubre de 2008 y 14 de octubre de 2008.
Se desestima el motivo.
Se plantea por el recurrente
la necesidad de que la pensión no sea vitalicia, dado que la pensión lo que pretende
es colocar al cónyuge perjudicado por la ruptura en situación de potencial
igualdad de oportunidades laborales y económicas. Añade que la esposa creció
profesionalmente y se formó durante los años que duró el matrimonio, por lo que
no ha visto mermados sus derechos económicos o su acceso al mercado laboral, pues
trabajó durante la convivencia y después de romperse sigue haciéndolo.
Sobre la temporalidad de la
pensión compensatoria ha declarado esta Sala que: La decisión de la Audiencia , favorable a
esa temporalidad de la pensión, se asienta en criterios distintos de los
afirmados por la jurisprudencia, y no se muestra como el resultado de un juicio
prospectivo razonable, lógico y prudente. En primer lugar, se ha de descartar
la posibilidad de extinguir una pensión concedida con carácter vitalicio
atendiendo únicamente al mero transcurso del tiempo y no al dato objetivo de la
subsistencia o no del desequilibrio que la motivó (SSTS 27 de junio y 3 de
noviembre 2011). (STS, del 24 de Octubre del 2013, RC: 2159/2012).
Sobre los requisitos, juicio
prospectivo y revisión casacional: Según esta doctrina, el establecimiento
de un límite temporal para su percepción, además de ser tan solo una
posibilidad para el órgano judicial, depende de que con ello no se resienta la
función de restablecer el equilibrio que le es consustancial, siendo ésta una
exigencia o condición que obliga a tomar en cuenta las específicas
circunstancias del caso, particularmente, aquellas de entre las comprendidas
entre los factores que enumera el artículo 97 CC (que según la doctrina de esta
Sala, fijada en STS de 19 de enero de 2010, de Pleno (RC núm. 52/2006), luego
reiterada en SSTS de 4 de noviembre de 2010 (RC núm. 514/2007), 14 de febrero
de 2011 (RC núm. 523/2008), 27 de junio de 2011 (RC núm. 599/2009) y 23 de
octubre de 2012 (RC núm. 622/2012), entre las más recientes, tienen la doble
función de actuar como elementos integrantes del desequilibrio, en tanto en
cuanto sea posible según la naturaleza de cada una de las circunstancias, y,
una vez determinada la concurrencia del mismo, la de actuar como elementos que
permitirán fijar la cuantía de la pensión), que permiten valorar la idoneidad o
aptitud de la beneficiaria para superar el desequilibrio económico en un tiempo
concreto, y, alcanzar la convicción de que no es preciso prolongar más allá su
percepción por la certeza de que va a ser factible la superación del
desequilibrio, juicio prospectivo para el cual el órgano judicial ha de actuar
con prudencia y ponderación, con criterios de certidumbre.
En la misma línea, las SSTS de
9 y 17 de octubre de 2008 (RC núm. 516/2005 y RC núm. 531/2005), mencionadas
por las más recientes de 28 de abril de 2010 (RC núm. 707/2006) y 4 de
noviembre de 2010 (RC núm. 514/2007), afirman que las conclusiones alcanzadas
por el tribunal de apelación, ya sea en el sentido de fijar un límite temporal
a la pensión, ya en el de justificar su carácter vitalicio, deben ser
respetadas en casación siempre que aquellas sean consecuencia de la libre y
ponderada valoración de los factores a los que se refiere de manera no
exhaustiva el artículo 97 CC y que han de servir tanto para valorar la
procedencia de la pensión como para justificar su temporalidad, siendo posible
la revisión casacional únicamente cuando el juicio prospectivo sobre la
posibilidad de superar el inicial desequilibrio en función de los factores
concurrentes se muestra como ilógico o irracional, o cuando se asienta en
parámetros distintos de los apuntados por la jurisprudencia.
STS, del 21 de Junio del 2013,
recurso: 2524/2012.
Es preciso que conste una
situación de idoneidad o aptitud para superar el desequilibrio económico que
haga desaconsejable la prolongación de la pensión. Se trata de apreciar la
posibilidad de desenvolverse autónomamente. Y se requiere que sea posible la
previsión "ex ante" de las condiciones o circunstancias que delimitan
la temporalidad; una previsión, en definitiva, con certidumbre o potencialidad
real determinada por altos índices de probabilidad, que es ajena a lo que se ha
denominado "futurismo o adivinación". El plazo estará en consonancia
con la previsión de superación de desequilibrio, para lo que habrá de actuarse
con prudencia y ponderación -como en realidad en todas las apreciaciones a
realizar-, sin perjuicio de aplicar, cuando sea oportuno por las circunstancias
concurrentes, plazos flexibles o generosos, o adoptar las medidas o cautelas
que eviten la total desprotección".
STS, del 20 de Julio del 2011,
recurso: 290/2009.
Por el Ministerio Fiscal se
informó: En el presente caso, los factores que ha tenido en cuenta la
sentencia recurrida entendemos, como ya hemos expuesto en contestación a otros
motivos, que son suficientes en cuanto a la necesidad de fijar pensión, pero
sin embargo, como la esposa tiene cualificación profesional, experiencia
laboral, ya que el cuidado de la familia lo ha compatibilizado con la
realización de la carrera de derecho y el desempeño de la función de secretaria
judicial interina, consideramos, que para evitar convertir esta pensión en una
pensión vitalicia, convendría fijarla durante el período de tiempo necesario
para la formación y emancipación de la hija menor, así como de la hija
estudiante que convive con ella en el domicilio familiar, pues en ese tiempo se
superaría el desequilibrio producido por el divorcio y al finalizar la
formación de las hijas, dispondrá de más tiempo para dedicarlo a la profesión
que hasta ahora ha realizado o a otra de contenido jurídico similar.
En aplicación de esta doctrina
debemos entender que no procede en revisión casacional dejar sin efecto la
pensión vitalicia, como pide el recurrente y acepta el Ministerio Fiscal, dado
que la situación de desequilibrio es patente, y se va a perpetuar mientras la
menor hija se mantenga al cuidado de la madre, que hoy tiene once años, la que
exige cuidados y atenciones que le impedirán un desarrollo profesional
exclusivo, y para cuando se independice económicamente la madre (nacida el
NUM004 de 1963) habrá alcanzado una edad elevada, que le impedirá estabilizar
sus expectativas profesionales, dado que estará bordeando la edad de jubilación.
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