Sentencia de la
Audiencia Provincial de Valencia (s. 10ª) de 19 de mayo de 2014 (Dª. Ana Vega Pons-Fuster
Olivera).
PRIMERO.- La sentencia dictada en primera instancia
desestimó la demanda formulada por Dª Paula de impugnación de la paternidad de
su hija Adolfina por considerar que, no habiéndose practicado la prueba biológica
de paternidad, al encontrarse el demandado en paradero desconocido, los
indicios que sostenían la demanda - unas fotos de una niña de raza blanca que
vendrían a destruir la presunción de que el padre -pudiera ser un ciudadano de
Nigeria- eran inconsistentes para dejar sin efecto la filiación paterna
derivada del matrimonio entre las partes.
SEGUNDO.- Dicha sentencia fue recurrida en apelación por
la representación de la demandante, acordándose por providencia de esta Sala de
1 de Octubre de 2012 la práctica de la prueba pericial biológica del demandado,
que finalmente pudo llevarse a cabo en esta instancia y cuyo resultado excluía
la paternidad del demandado.
El art 136 CC dispone que la paternidad matrimonial podrá
ser impugnada por el marido en el plazo en el plazo de un año desde la
inscripción de la filiación en el Registro Civil, plazo que es idéntico al que
el art siguiente confiere al propio hijo para atacar su filiación paterna
matrimonial.
Y como obviamente, al interponerse la demanda el 12 de
Febrero de 2010 había transcurrido más de un año de la inscripción del
nacimiento de la menor Adolfina, realizada el día 7 de Julio de 2004 por
declaración de la madre, es evidente e que habría transcurrido el mencionado
plazo.
Ahora bien, no podemos pasar por alto que en en esta
cuestión es recurrente que se plantee la cuestión del momento en que se debe
iniciar el cómputo del plazo .
A propósito del dies a quo en el inicio de tales plazos
la STS, 728/2013 | del 02 de diciembre de 2013 (ROJ: STS 5712/2013) expone,
como ya declaró en su Sentencia de 20 de febrero de 2012 (núm. 73/2012) "Con
posterioridad a la sentencia del Tribunal Constitucional, esta Sala ha centrado
el problema en la determinación del dies a quo para el ejercicio de la acción
de impugnación de la filiación matrimonial, porque el ejercicio de dicha acción
sigue estando sometido a un plazo de caducidad, aunque lo que ha cambiado, al
ser declarado inconstitucional, es el día de inicio del plazo, que ahora se
coloca en la existencia de un principio de prueba, conocido por la parte
impugnante, porque de otra forma, la presunción de paternidad, inicialmente
iuris tantum, pasaría a convertirse en iuris et de iure, lo que no parece haber
querido la ley" Pero, ni la posibilidad de la investigación de la
paternidad mediante su impugnación puede dejarse a la libre discrecionalidad del
marido, ni tampoco el principio de prueba, como indicios serios y razonables al
respecto, puede reconducirse a la prueba de la paternidad misma, esto es, al
conocimiento alcanzado por el marido basado exclusivamente en el principio de
verdad biológica. Por tanto, se exige del marido una conducta activa y
diligente, y así, el plazo no comenzará a computarse cuando conozca que no es
biológicamente padre sino desde que diligentemente pudo conocerlo" .
Y con esta doctrina jurisprudencial respecto a la impugnación
de la filiación paterna, la afirmación de que la impugnación está caducada no
puede ser sino más rotunda y certera .
En efecto la madre conocía desde el momento de la
inscripción del nacimiento de la hija que ésta no era del marido, pese a lo que
declaró en aquél acto, por lo que existe caducidad, que no pierde su
virtualidad por el hecho de que la prueba biológica venga a abonar la verdad
material que sustenta la demanda, ya que ésta no es el único bien jurídico
protegido, además de resultar poco claros los motivos que han guiado a la madre
a hacer una impugnación extemporánea, sin reclamación de filiación paterna en
favor su hija, tal y como declaró el juez a quo .
Por las razones expuestas, aunque sean diferentes de las
que fundaron la resolución recurrida, ésta edbe ser confirmada .
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