Sentencia del
Tribunal Supremo de 25 de mayo de 2015 (D. IGNACIO SANCHO GARGALLO).
[Ver esta resolución
completa en Tirant On Line Premium. http://www.tirantonline.com/tol]
6. (...) Conforme al art. 73.1 LC, la sentencia que estima la acción
rescisoria, además de declarar la ineficacia del acto impugnado, " condenará
a la restitución de las prestaciones objeto de aquél, con sus frutos e
intereses ". Como ya hemos indicado en otras ocasiones, este es el
efecto propio de la rescisión de un negocio bilateral con reciprocidad de
prestaciones. Mientras que si el acto objeto de rescisión fuera unilateral y
consistiera, por ejemplo, en el pago o en la constitución de una garantía, en
estos casos la consecuencia de la rescisión sería dejar sin efecto el pago o la
garantía.
En el presente caso, el acto objeto de rescisión fue el
acuerdo de 23 de marzo de 2010, por el que Promart cedía a Real Zaragoza su
posición de compradora de una finca en el contrato de compraventa que había
concertado el 1 de abril de 2008 con Stalia, a cambio de un precio de 500.000
euros (IVA incluido), para cuyo pago se endosó a favor de Promart un pagaré por
este importe, emitido por Real Betis Balompié. Es importante resaltar que la
contraprestación asumida por el Real Zaragoza fue el pago del precio de la
cesión, 500.000 euros, y no la entrega de un determinado pagaré. El pagaré fue
entregado como medio de pago. Lo verdaderamente relevante no es si el pagaré
fue sustituido por otros dos, sino si el precio de la cesión fue efectivamente
pagado. Conforme al art. 1170 CC, en estos casos en que se endosó un pagaré
para el pago del precio de la compra, sólo se producirán los efectos del pago
cuando el pagaré hubiera sido efectivamente realizado, o cuando por culpa del
acreedor se hubiera perjudicado.
El acuerdo de sustitución del primer pagaré endosado
(librado por el Real Betis Balompié) por otros dos pagarés que suman 500.000
euros (librados por el Real Club Deportivo Espanyol), prevé la entrega en
efectivo de 50.445,36 euros, en atención al largo plazo de vencimiento de estos
dos nuevos pagarés y al coste que esto llevaba consigo para el acreedor,
representado por el precio de un eventual descuento.
Si el cesionario demandado pretende oponer que los
pagarés endosados no han sido pagados, debe restituir los efectos entregados
para justificar no sólo que no los ha cobrado, sino también que no han
resultado perjudicados por su actuación. Y en cualquier caso, debía restituirse
la parte de dinero en efectivo que fue realmente abonada.
De tal forma que, si no se ha formulado la oposición
correctamente, esto es, si no se ha acreditado el impago de los dos pagarés,
mediante su restitución, procedía entender que habían sido pagados y por ello
condenar a la demandada cesionaria a restituir el precio convenido de 500.000
euros.
En consecuencia, estimamos el recurso de casación porque
la sentencia de apelación condena a algo que no es propiamente el efecto
originario de la estimación de la rescisión del acuerdo de cesión, sin
perjuicio de que hubiera podido no estimarse totalmente la restitución del
precio, respecto de la cantidad que no hubiera sido cobrada, pero siempre
supeditado a la devolución de los efectos entregados y que estos no hubieran
sido perjudicados por la actuación del acreedor.
Asumida la instancia, desestimamos el recurso de
apelación, por lo ya razonado respecto de cuál era la prestación objeto del
contrato o acuerdo rescindido, el pago del precio convenido por la cesión. Con
ello, confirmamos la sentencia de primera instancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario