Sentencia del
Tribunal Supremo de 15 de octubre de 2015 (D. Andrés Palomo del Arco).
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PRIMERO. - (...) Esta Sala Segunda ha señalado con reiteración,
la relevancia de la fijación del límite de cumplimiento de condenas, pues
"la necesidad de arbitrar una fórmula jurídica que modere los inaceptables
efectos propios de un sistema de cumplimiento basado en la mera acumulación
cuantitativa, está en el origen de los distintos preceptos que, desde el Código
Penal de 1870, han introducido límites jurídicos a la idea del cumplimiento
sucesivo de las penas privativas de libertad. La doctrina histórica ya había
aducido, en contra del estricto sistema de acumulación material, razones
basadas, de una parte, en el desprestigio en el que podían incurrir unos
órganos judiciales capaces de imponer penas superiores a la duración ordinaria
de la vida humana. También se recordaba el devastador mensaje dirigido al
delincuente, obligado a eliminar toda esperanza de reinserción social y, en
fin, el contrasentido que implicaba la posibilidad de llegar a castigar de
forma más grave una sucesión de delitos de menor entidad, frente a otros de
mucha mayor eficacia lesiva. Es entendible, pues, que los sucesivos Códigos
Penales de 1870 (art. 89.2), 1928 (art. 163.1), 1932 (art. 74) y 1944 (art.
70.2), insistieran, con uno u otro matiz, en la fijación de ciertos topes
cuantitativos, también presentes en la fórmula que inspira el art. 76.1 del
vigente CP " (Sentencia núm. 14/2014, de 21 de enero con cita de otras
varias).
Consecuentemente, la Sala Segunda del Tribunal Supremo ha
ido matizando su jurisprudencia gradualmente para flexibilizar los requisitos
exigibles en toda acumulación, en especial la conexidad, que se interpreta como
presupuesto exclusivamente relacionado con el momento de comisión de los hechos
delictivos. Como indica la STS núm. 909/2013, de 27 de noviembre, impera la
denominada «conexidad temporal», de modo que resulta pacífica la aplicación de
este régimen de acumulación a condenas que hubieren sido impuestas en procesos
distintos, con la única exigencia de que los hechos a que las mismas se
refieran hubieren podido enjuiciarse en un solo procedimiento (STS núm.
31/1999, de 14 de enero).
Pero este criterio expansivo, favorecedor de la
acumulación jurídica de condenas, no permite entender que en cualquier caso,
sea cual fuere la fecha de comisión de los hechos y su conexión con otros que
ya han sido objeto de enjuiciamiento, los límites fijados en el art. 76.1 del
CP operarían como límites absolutos; al contrario, tanto la regla 2ª del art 70
del Código Penal de 1973, como el vigente artículo 76.2 cuando se interpone el
recurso, condiciona la posibilidad de la acumulación en relación a penas
impuestas en distintos procesos a que los hechos, por su conexión o el momento
de su comisión, pudieran haberse enjuiciado en uno sólo; consecuentemente ni
los hechos ya sentenciados cuando se inicia el periodo de acumulación
contemplado ni los hechos posteriores a la última sentencia que determina dicha
acumulación.
Por tanto, como indica la sentencia ya citada núm.
14/2014, de 21 de enero son dos los criterios a ponderar en aplicación de estas
normas:
"a) En primer lugar, con un criterio amplio en
cuanto a la clase de los delitos a acumular («ratione materiae»), interpretando
la conexión desde perspectivas sustantivas, alejadas del criterio de la
conexión procesal de los arts. 17 y 300 LECr, de tal forma que, en
consideración a las razones humanitarias que constituyen el fundamento de estas
normas, la clase concreta de delito cometido no ha de ser obstáculo que pueda
impedir su aplicación. Este criterio amplio en beneficio del reo permite la
acumulación de todas las condenas que, por la época en que ocurrieron los
hechos delictivos, pudieron haber sido objeto de un único procedimiento. Si no
lo fueron por razones de índole territorial, o por la diferente clase de
infracciones cometidas, o por haber sido tramitados unos procesos con rapidez y
otros con lentitud, o por cualquier otra razón, si se trata de hechos de una
misma época, cualquiera que fuese la razón procesal por la que no todos fueron
enjuiciados en una misma causa, cabrá acumular la totalidad de las penas
impuestas a los efectos de aplicar esos límites máximos impuestos por las
referidas normas sustantivas, en consideración a unos criterios humanitarios,
repetimos, ajenos a los avatares procesales concretos de cada procedimiento.
Así pues, venimos aplicando criterios de la máxima amplitud en cuanto a la
interpretación de la conexión expresamente exigida en nuestras normas penales.
b) En segundo lugar, con un criterio estricto en cuanto a
la otra exigencia expresamente requerida en nuestros Códigos Penales: que los
diferentes procesos, en los que esas diversas condenas a acumular se
impusieron, «pudieran haberse enjuiciado en uno solo» («ratione temporis»).
Cuando hay una sentencia condenatoria es claro que los hechos delictivos
cometidos con posterioridad a tal sentencia no pudieron ser objeto de aquel
otro proceso anterior en que ya ésta había sido dictada. Esta Sala viene
fundando esta limitación en la peligrosidad que existiría, como facilitadora de
la comisión de nuevos delitos, cuando un condenado, por las penas que ya tiene
impuestas, sabe que puede cometer algún delito porque la pena correspondiente a
esta nueva infracción no tendría que cumplirla al haberse ya superado, con las
condenas anteriores, los límites legalmente establecidos. Evidentemente no
puede favorecerse el sentimiento de impunidad que habría de seguir a ese
conocimiento y para ello es imprescindible ser exigente en cuanto al
cumplimiento de este requisito de carácter temporal: solo cabe acumular entre
sí aquellas condenas penales relativas a hechos de una misma época, entendiendo
épocas diferentes aquellas que se encuentran separadas por la existencia de
alguna sentencia condenatoria".
SEGUNDO. - En la práctica, ello conlleva que la única exigencia sea
el criterio de conexidad cronológica. Así la sentencia de esta Sala 172/2014,
de 5 de marzo: "Es comúnmente admitido en nuestra más reciente
jurisprudencia, como bien refleja el órgano de instancia, el uso del criterio
de la conexidad meramente temporal como soporte de toda hipótesis de
acumulación, abandonándose así otros criterios de conexidad de carácter
material o formal. Una ya consolidada doctrina -de la que son exponente las
recientes SSTS núm. 317/2013, de 18 de abril, ó 47/2012, de 2 de febrero, con
remisión a las SSTS núm. 12/2011, 458/2010, 192/2010, 1259/2009 ó 55/2009 - ha
propiciado una interpretación flexible en favor del reo del instituto de la
acumulación de penas derivado de los arts. 76 CP y 988 LECrim, como también de
los requisitos de los que depende, sobre todo el de conexidad. De este modo, se
viene entendiendo que serán acumulables todas las condenas por delitos que no
estuviesen ya sentenciados en el momento de la comisión del hecho que haya dado
lugar a la última resolución, con independencia de que tuviesen analogía o
relación entre sí, siempre que desde una perspectiva estrictamente temporal
hubiera sido posible enjuiciarlos en un solo proceso.
Conforme a la jurisprudencia que exponemos, en principio
únicamente deben excluirse de la acumulación: 1º) los hechos que ya estuvieren
sentenciados cuando se inicia el periodo contemplado; y 2º) los hechos
posteriores a la sentencia que determina la acumulación, cuando ésta no sea la
última. Y ello porque ni unos ni otros habrían podido ser enjuiciados en el
mismo proceso. El criterio actual impide, pues, la inclusión en una determinada
acumulación de las penas impuestas por hechos cometidos con posterioridad a la
primera de las sentencias que dicha acumulación abarca, dado que resultaría del
todo imposible que esos hechos nuevos hubieran podido enjuiciarse en ese mismo
procedimiento, finalizado a la fecha de acaecimiento de los mismos. Por el
contrario, la acumulación se ve siempre como posible para la totalidad de los
delitos que se hubieren cometido antes de recaer esa primera sentencia, sin
exigencia de requisitos añadidos.
En el caso de autos como indica el recurrente e informa
el Ministerio Fiscal, dichas exigencias cronológicas, hechos anteriores y
enjuiciamiento posterior, resultan cumplimentadas:
a) los hechos han sido cometidos con anterioridad a la
fecha a los que fueron enjuiciados en la sentencia que ha servido de referencia
para realizar la acumulación,
b) la fecha de enjuiciamiento de la causa que se acumula
es posterior a la fecha de la sentencia que sirve de referencia para la
acumulación.
Consecuentemente el motivo se estima, con la inclusión de
la acumulación de la causa referenciada con ordinal 5, ejecutoria 63/2011,
sentencia de 29 de enero de 2009, por hechos de 22 de agosto de 2006, del
Juzgado de lo Penal núm. 2 de Alicante, manteniéndose el límite de máximo de
cumplimiento en los tres años que fija el auto impugnado, pues la pena allí
impuesta fue de un año prisión.
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